Hoy día falta la generosidad. Lo que es de verdad que tú ayudas a alguien a quien no conoces y después cero, es decir, no le pidas nada a cambio. Eso es ser generoso. Lo demás son cuentos navideños. Pero si el hombre más generoso por ser así de la historia se dejó matar. Todo esto son cuentos para viejos.

Hay toda una guerra silenciosa a través de un germen patógeno de alto contagio y ahí con esto quieren que la gente tenga un miedo perpetuo. Mientras la gente duerme con la televisión o el móvil. La gente en general tiene miedo a perder no se sabe qué.

Si 10 millones solo de personas de un determinado lugar van al Parlamento y se plantan allí con el lema "Fuera, fuera, no os queremos". Un día y otro, sin descanso. ¿Qué podrían hacer? ¿Mandarían al ejército a disparar?
Entonces sí que habría una crisis de verdad, esto no es crisis, porque finalmente aquí todo el mundo come, bebe y hasta se lava todos los días.
Es un poco todo sin sentido.

Todo se deja en manos de otros que huelen hasta mal. Por si algo sale mal, así se le deja la cosa a otros. Mucho miedo a cometer un error. Poca empatía que tienen muchísimos funcionarios. Hay mucha mierda que ha salido a flote. La solución es que oláis la mierda. Muchos jueces y fiscales por todos lados han mirado para otro lado cuando la mierda, la basura ha reflotado.

Es un mundo callado. Parece que es lo que quieren.

Jesús Antonio Fernández Olmedo