"Ciencia más allá del Coronavirus"
¿Recuerdan el Último Mundial?
por Oriana Balsa
¿Recuerdan el Último Mundial? No, no me refiero al último mundial de fútbol, sino al que nos importa a los españoles. El de “Gracias Sara”, en el que se conocieron Piqué y Shakira bailando “Waka-Waka”, el de “¡¡¡Iniesta de mi vida!!!”. Ese fue nuestro mundial. Incluso los que no somos devotos, ni siquiera aficionados del fútbol, salimos a la calle a celebrar como locos ese gol contra Holanda. Todas las fuentes del país se llenaron de gente con la cara pintada rojigualda; las calles de las ciudades estaban colapsadas, no por el tráfico en sí, sino por coches que aturrullaban los tímpanos con su claxon; todo el mundo se desgañitaba cantando “LOLOLO”, que, como bien sabéis, es nuestro himno nacional; y Vicente del Bosque, pasó a ser San Vicente del Bosque (en Salamanca, su ciudad natal, le hicieron una estatua y todo).
Hace poco otorgaron los premios Nobel. Como sabrán, España no es el país favorito de la Academia Sueca para conceder dicho mérito. El último Nobel que tuvimos fue de Literatura, y otorgado a Mario Vargas Llosa, que, en realidad, comparte su nacionalidad española con la peruana.
A pesar de que nuestro país ha contado (y cuenta) con excelentes y relevantes científicos, tan solo Severo Ochoa en 1959, (sospechosamente cuando ya tenía la nacionalidad estadounidense), y años antes, en 1906, Santiago Ramón y Cajal (que cuenta como uno y no como dos premiados), recibieron el Nobel, ambos en la categoría de Fisiología y Medicina.
Este año Francis Juan Martínez Mojica, tenía muchas posibilidades para ser galardonado en la categoría de química. Martínez Mojica, profesor de microbiología, genética y fisiología en la Universidad de Alicante, también trabajador del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), había descubierto un sistema de defensa que poseían las bacterias frente a los virus. A este sistema le denominó CRISPR.
No estamos hablando de un hallazgo sin más. Multitud de grupos de investigación de todo el mundo comenzaron a investigar este mecanismo de defensa que se daba en la infección de bacterias por virus. Entre ellos, la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna desarrollaron una aplicación para el descubrimiento del alicantino. Esta aplicación, CRISPR/Cas-9, consiste en unas “tijeras moleculares”, como ellas mismas definen, que permiten modificar el ADN de las células. Es decir, cortan el ADN de una célula, retiran el material genético no deseado e insertan uno mejor. Probablemente aquel día vieron la película de Jurassic Park antes de ir al laboratorio.
La comunidad científica aplaudió esta fina ocurrencia. De hecho, esta técnica se investiga en laboratorios del mundo entero como potencial herramienta para tratar el cáncer, la diabetes y muchísimas otras enfermedades genéticas. Incluso un grupo español del Instituto de Biología Evolutiva (IBE) del CSIC-UPF, contempla la posibilidad de eliminar las plagas de cucarachas, utilizando la técnica del CRISPR/Cas-9 para crear cucarachas estériles que desplacen a las demás (si yo fuera sueca, el premio Nobel se lo daba al que consiguiera esto).
Los científicos españoles se sentían el día antes del fallo de la Academia Nobel, tal y como los futboleros en 2010 cuando Cesc Fábregas tenía el balón e Iniesta estaba desmarcado. Los rumores de que el español ganaría junto a las dos extranjeras el premio Nobel de Química 2020 era casi una certeza. Sin la investigación básica que realizó el investigador, no hubiera existido la investigación aplicada que llevaron a cabo las otras dos científicas. Parecía obvio que todos serían igualmente reconocidos. Sin embargo, esta vez, el pase fue fuera de juego. Iniesta no recibió el balón, así como tampoco Juan Martínez Mojica recibió el premio Nobel de Química.
Lora | Domingo, 22 de Noviembre de 2020 a las 09:30:20 horas
!Realmente es una pena! Una gran decepción. Incluso se anunciaba así en grandes titulares. Decepción imperdonable, algo inexplicablem que el padre del código de la vida quedara fuera del merecido premio Nobel.
Realmente percibí un boicot hacía todos los españoles.
Buen artículo
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