El 2020 está siendo un año complicado para todos los sectores. Mientras España se plantea la vuelta a un confinamiento domiciliario en numerosas comunidades autónomas, numerosas empresas y sectores están registrando las peores cifras de su historia. La industria del tabaco es una de las que más lo está sufriendo.

Tal y como recoge el Comisionado del Mercado de Tabacos, durante el mes de agosto, el descenso en la venta de cigarrillos se ha cuantificado en un 15%. Una de las peores cifras que ha registrado en los últimos años un sector al que el descenso del turismo y de las propuestas de ocio ha afectado considerablemente.

Son numerosos los factores que han llevado a esta bajada en el consumo, aunque hay matices importantes en la cifra. El mismo Comisionado diferencia por una parte el consumo turístico y de frontera, en cuyo caso hablamos de un descenso del 30%; mientras que, por otra, habla del consumo nacional, cuyo descenso fue del 5% durante el verano.

Baleares encabeza el descenso en la venta de tabaco, con una caída registrada del 36%; mientras que Castilla-La Mancha encabeza como la comunidad que mejor está aguantando el tipo, con una disminución de tan solo el 2,9%. Cifras muy dispares para territorios completamente diferentes, en los que la mano del turismo deja clara su influencia de cara al consumo de tabaco.

No es solo una cuestión de ocio y turismo, es una cuestión que abarca desde la problemática de 2020 hasta la búsqueda de soluciones más económicas. Muchos consumidores han abandonado la típica cajetilla de tabaco para optar por algo de elaboración propia con la compra de papel de liar y el tabaco para ello.

Un tipo de consumo diferente que ha afectado también a la venta de cigarrillos, a pesar de que estos han mantenido unos precios que rondan la media habitual, unos 4,5 euros por cajetilla. No obstante, la búsqueda del ahorro debido a la incertidumbre que impera en numerosos territorios, máxime con los rebrotes que se están dando, ha propiciado dejar de lado este producto.

Aún así, como ya se ha remarcado, no es el único factor que ha empujado a un descenso en las ventas. La situación causada por la pandemia, las medidas de salud y seguridad que se están tomando y el complicado panorama económico y laboral están atacando, por activa y por pasiva, a la industria del tabaco.

Aumenta la preocupación, disminuye el consumo

Que tiendas online como https://www.zamnesia.es/ sigan vendiendo buenas cifras en cuanto a papel de liar y tabaco o derivados para elaboración casera es un indicativo de que el factor económico influye. No obstante, tampoco se pueden obviar medidas como la impuesta por Sanidad.

Desde mediados del mes de agosto, el Ministerio de Sanidad prohibió fumar tabaco en espacios abiertos en los que no se pudiera garantizar la distancia de 2 metros entre persona y persona. Algo que ha afectado principalmente al consumo de tabaco en establecimientos de comida, las tradicionales terrazas y bares al aire libre.

Las medidas se endurecieron entrado septiembre, con lugares en los que el consumo de tabaco ha quedado terminantemente prohibido en cualquier espacio, salvo el privado. El fumador tiene más complicaciones para consumir tabaco, lo que conlleva a un descenso del consumo y, consecuentemente, a un descenso en las ventas del mismo.

La transmisión aérea del COVID-19 ha sido una de las principales razones por las que se han instaurado este tipo de medidas que tanto daño hacen a un sector como el del tabaco. Las subidas de impuestos tampoco le han hecho demasiado bien, encareciendo los paquetes y haciendo que cada vez sean menos accesibles para el consumidor.

Algo que favorece considerablemente a la salud, sobre todo la pulmonar, de los consumidores habituales. Aunque estos, por su parte, también han hecho por buscar otras opciones. A medida que el precio del tabaco subía y la concienciación sobre sus riesgos se extendía, buscaban otras alternativas como el cigarro electrónico u otras opciones.

A pesar de todo, la industria se mantenía con unas buenas cifras de venta que han visto en 2020 a una quimera imposible de batir. Aún con esas dificultades, los datos recogidos desde enero hasta agosto hablan de casi 1.400 millones de paquetes de tabaco vendidos, con unos ingresos totales de casi 6.300 millones de euros.

El sector del tabaco mueve unas cifras impresionantes en España y, aunque haya recibido un fuerte golpe en 2020, sigue andando hacia adelante con la previsión de volver a crecer en cuanto la situación se normalice. Aunque, por el momento, la nueva normalidad y el tabaco no se llevan demasiado bien.