"Ciencia más allá del Coronavirus"
Modelo healthy
por Oriana Balsa
¿Conocéis a María Pombo? Es una de las llamadas “influencers”. Esta chica, con apenas 24 años, es todo un fenómeno entre las jóvenes. Imitan su rutina de limpieza facial, su maquillaje, su ropa y, por supuesto, ¿quién no querría tener ese tipín? Alguna vez la he escuchado decir que pesa sesenta y pocos kilos para su metro setenta de altura. Lo cual, por si no os hacéis a la idea, ya os digo yo, la convierte en una chica delgada y esbelta.
Una cosa que me llama la atención es que pocas veces se la ve haciendo ejercicio y sí que muchas otras comiendo toda clase de ultraprocesados. ¿Ninguno se ha escondido a comer un dónut mientras presumía de hacer una estricta dieta? Me temo que ella no puede. La clave para ser una buena influencer (y María Pombo lo es), consiste en compartir cada minuto de su vida. Si esta chica quiere comerse un dulce de chocolate tendrá que hacerlo ante los ojos de miles de seguidores. Estando tan expuesta a la opinión pública, supongo que le lloverán las críticas; algunas tendrán fundamento, pero probablemente la mayoría no lo tengan. Seguro que todas están pavimentadas sobre un feroz sentimiento de envidia, ¿no?. Y es que ¿a quién no le gustaría comer cuanto quisiera sin engordar? ¿No son estas personas las más afortunadas del mundo?
Desde un punto de vista estético, evidentemente sí. Sin embargo, voy a hablar de los riesgos de la Diabetes Mellitus tipo II ante un estilo de vida no saludable.
La Diabetes Mellitus tipo II es una enfermedad que afecta a más de 5 millones de personas en España (una cifra que sigue creciendo a cada vez más velocidad). Esta enfermedad está ocasionada principalmente por la desmedida ingesta de comidas con alto contenido en azúcares y aceites refinados, refrescos o la falta de ejercicio físico.
En un individuo sano, cuando ingiere algún alimento, la glucosa (el azúcar) que este contiene manda una señal a la célula del páncreas, que, a su vez, secreta insulina. La insulina permite la entrada de la glucosa de la sangre a la célula (donde será requerida para distintas funciones).
Cuando durante años exponemos a nuestro cuerpo a una alimentación basada en ultraprocesados, es decir, alimentos con alto contenido en azúcares y aceites refinados, este sistema glucosa-insulina se estropea. Hemos sobre estimulado la célula. Ahora la insulina no abre las compuertas para que la glucosa entre, y por el contrario, esta, permanece en la sangre. La resistencia a la insulina es la etapa que precede el desarrollo de Diabetes Mellitus tipo II (DMTII).
A día de hoy no existe un tratamiento 100% efectivo para esta enfermedad. No tiene cura, y el curso de la patología tiende a empeorar. La vida de las personas que padecen DMTII se ve condicionada por infecciones frecuentes, mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, pérdidas de visión, zonas de piel oscurecidas, llagas que tardan en sanar, constante sensación de sed y apetito y una dependencia de por vida a inyecciones de insulina.
Quizá estemos enfocando mal el problema y el motivo de hacer dieta: empezar un deporte o mejorar nuestros hábitos de vida no deberían estar motivados por alcanzar el cuerpo de un o una modelo, sino para conseguir la salud de Jordi Hurtado.


































La máquina del tiempo | Domingo, 01 de Noviembre de 2020 a las 22:38:37 horas
Igual tenía yo el cuerpo, pero ya es imposible, los años no pasan en balde,un saludo, a los cuarenta y dos cuando los cumplas te acuerdas de este comentario yo ya seguramente no estaré, me he cuidado mucho pero hija los años son los años no somos inmortales etc etc
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