A martillazos (por Manuel García Mata)
El gobierno del Ayuntamiento de Madrid se somete a las exigencias de Vox. La aritmética de los resultados en las elecciones municipales a la Villa de Madrid supuso que el partido de ultraderecha se convirtiera en la llave de la alcaldía. A pesar del peligro que significaba para la gobernación de Madrid, PP y Ciudadanos no pusieron reparos en aceptar su apoyo. El cordón sanitario que en Europa se asumió para evitar la llegada de esta ideología se ignora en España a cambio de conseguir el bastón de mando.
La sumisión del PP y C´s a Vox está dando los resultados temidos. El último episodio de esta trágica historia pasa por la decisión de ejecutivo municipal madrileño de cambiar los nombres de la Avenida Francisco Largo Caballero y del Bulevar Indalecio Prieto de la capital, sin justificar por qué, amparándose en la Ley de Memoria Histórica, sin un informe previo que argumente la modificación, exigencia de la ley. El Ayuntamiento no lo considera necesario porque se trata de “un mandato del pleno”, a propuesta de Vox. Las decisiones que son aprobadas en Junta de Gobierno van acompañadas de una motivación: se basa en la argumentación incluida en la propuesta de Vox, aprobada en el pleno.
El texto imputa al socialista y sindicalista, Largo Caballero, “una sanguinaria trayectoria política y personal” y le responsabiliza de la masacre de Paracuellos del Jarama porque era parte del gobierno republicano. Vincula a Prieto con el asesinato de Calvo Sotelo porque dice “introdujo en su guardia pretoriana a los responsables”. La iniciativa fue avalada por PP y Ciudadanos.
El Comisariado de Memoria Histórica del anterior gobierno, formado por un conjunto de historiadores y otros expertos, aceptados por todos los grupos municipales, estudió estos dos casos y descartó “clarísimamente” incluirlos en la lista de nombres a retirar en aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Entre las numerosas reacciones en contra se ha pedido a Almeida que rectifique, que se informe con historiadores como hizo la corporación anterior, pues la proposición carece de razonamientos históricos. Están intentando retorcer la historia.
La secuencia de los hechos nos lleva a la retirada a martillazos de la placa en honor a Francisco Largo Caballero en la Plaza de Chamberí por parte de operarios del Ayuntamiento. Mientras el concejal de Vox, Ortega Smith, lo celebra en Twitter: “La verdadera historia se abre camino...”, marcando como próximo objetivo las estatuas, vandalizadas hace pocos días y reivindicado por Vox.
Este país no funciona porque hay gente que no soporta la democracia. Mientras siga existiendo esta tensión extrema con tanta agresividad no vamos a ningún lado y los hechos expuestos no ofrecen esperanza alguna en que mejore. La confrontación se ha crispado con la promoción de Vox. El señor Aznar estará contento. Vox está encendiendo la mecha, pero ni el PP, ni Ciudadanos están haciendo nada para impedirlo.
NOTA: Este texto, salvo los párrafos inicial y final, ha sido extraído en su totalidad prácticamente literal de noticias de prensa.
Manuel García Mata

































Hermano Lobo | Sábado, 24 de Octubre de 2020 a las 07:03:18 horas
No hay que negarle al autor de la carta su magnanimidad, pues su primera frase: "Señores comentaristas: Me parece que tienen ustedes todo el derecho a opinar, para eso está esta sección", lo demuestra fehacientemente.
Claro que termina diciendo que: "solo buscan un pretexto para faltar el respeto y para insultar no merecen gastar un segundo de atención", con lo cual acaba retratándose.
He repasado los todos los comentarios y no he visto insulto alguno por ningún sitio. Pero por lo que se ve tanto él como otros, bien conocidos, de su misma onda, no admiten, se sienten ofendidos, si alguien osa, osamos, no ya rebatir o desmentir, sino siquiera poner en duda las verdades, sus verdades, del pensamiento único que sin anestesia alguna nos quieren inocular.
Dice un refrán que "es de bien nacido ser agradecido" por lo que estoy seguro que en el fondo nos estará agradecido por la atención que prestamos a sus libelos.
Saludos.
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