Por mucho que le moleste a una gran parte de este país la persecución a UnidasPodemos es una verdad de libro. Nadie con un mínimo de vergüenza lo puede negar.

En esta situación que se atraviesa, particularizada especialmente en el juicio del robo del móvil de Dina Bousselham y la decisión del juez García-Castellón de investigar a Pablo Iglesias, por una serie de delitos que a muy poca gente de la carrera judicial les parece que vayan a tener recorrido alguno, lo peor que se puede hacer es reaccionar como se ha hecho. La oleada de declaraciones de personas tan significadas solo sirven para que se acuse a Podemos de no respetar a la justicia. No sirve de nada argumentar todo lo que García-Castellón sea o haya sido, ni que sus antecedentes demuestren su inclinación hacia determinadas corrientes ideológicas; él es quien ha recibido el encargo de juzgar estos hechos y esto no tiene vuelta de hoja. En este país es imprescindible presumir de que se respetan las decisiones judiciales. Si a esto se le añade esta absurda e inútil campaña, llevada a cabo por la hinchada morada, sobrecargada de agresividad, preñada de insultos y amenazas, están poniendo el proyecto de UP a los pies de los caballos. En cuanto el Sr. Juez ponga en marcha la máquina sus compañer´s se van a cebar contra quienes inconscientemente están cometiendo delitos de odio. Todo el mundo debe ser consciente que traerá consigo graves disgustos a quienes les procesen, traducidos en sentencias muy dolorosas y desagradables.

Desgraciadamente esto va a servir en segunda lectura para hacer daño al gobierno de coalición, pues a ver cómo gestiona Pedro Sánchez la cohabitación con un socio al que se le demuestran tamañas maldades. Aparte de que la necesidad de mostrar sus diferencias con el PSOE están llevando a UP a meterse en unos charcos que hubieran sido muy lógicos de no estar gobernando, pero que resultan insostenibles en su actual posición.

Como miembros del gobierno no deberían haber dado ni un paso sin acordarlo con el PSOE. Toda discrepancia es motivo de que se presente como desunión y traición al acuerdo, que es lo que más le interesa a la derecha para minar la confianza de la gente. UP solitas están consiguiendo lo que los rivales pretenden. Mejor reservarse en muchos temas innecesarios que crear conflictos.

En cuanto a las actitudes públicas es imprescindible mostrar respeto por las instituciones, recurrir las decisiones que se consideren injustas en su momento y, entre tanto, actuar con un plus de dignidad y corrección. Si es cierto que no hay nada de que se les pueda acusar lo normal es todo acabe como tantas veces. Las dificultades ya se conocían, así que esto no tiene que extrañar a nadie.

No queda mucha ocasión para rectificar, pero cuanto más tiempo pase anclados en esta situación peor será para el proyecto U@P. Si no, al tiempo.

Manuel García Mata