La Zarzuela (2): El Texto (por Manuel García Mata)
Cuando se interesa alguien por la música lo que realmente le importa es que aquellos sonidos que integran una pieza musical le digan algo, le emocionen, le diviertan, le animen, le relajen… o miles de otras sensaciones que nos hacen disfrutar de ella. Es por eso que cuando se escucha música cantada en otro idioma que se desconoce o que los registros de voz son tan distintos que apenas nos fijamos en lo que nos trasmite, que son muchas las veces, lo que nos provocan todas esas emociones citadas es nada más y nada menos que la Música. Pero si además, aparte del mensaje que nos trasmiten las melodías, podemos apreciar cuanto de interés nos aportan las letras el placer puede ser más intenso, más completo.
En la zarzuela, como pueda ocurrir en cualquier otra expresión musical cantada, el texto es fundamental. Las piezas de zarzuela, como obras muy dirigidas para todo el mundo, para que le resulte asequible a cuantas personas se aproximen a este bello mundo, sus textos son muy populares y su trama suele ser muy sencilla. Su temática, que como se ya se anticipó en la primera entrega, tiene en muchas de las obras como eje central el amor, y como tal acompañan todas las pasiones colaterales derivadas del mismo, los celos, el desamor, la traición, la renuncia, el sacrificio, la generosidad, el odio, la venganza, los amores imposibles por las distancias sociales, la incidencia trágica del destino, etc. y en torno a él se construyen las historias. Muchas de estas concluyen con el esperado final feliz, pero no siempre: el trágico final de “La Leyenda del Beso” o toda la amargura que arrastra “Las Golondrinas”, son claros ejemplos de historias y finales atípicos; en cambio, “Los Gavilanes” o “Luisa Fernanda”, por citar dos de las más famosas, el sacrificio y la renuncia en favor de la pareja enamorada, le otorgan un enternecedor tinte moral. “La Rosa del Azafrán”, “La Tabernera del Puerto”, “La del Manojo de Rosas”, donde las diferencias sociales condicionan el romance de los protagonistas, terminan superando las dificultades para alcanzar el fin esperado. El tema es infinito.
Pero no toda la temática de zarzuela tiene que andar rondando los amores complicados con mejor o peor final, otra gran fuente de inspiración es el humor, que derrochan muchas de las zarzuelas. Casos como “La Corte de Faraón”, “El Niño Judío” o “El Rey que Rabió”, son ejemplos de diversión, que las puede presentar como auténticos sainetes; de la primera de las citadas, “La Corte de Faraón”, se puede añadir que es una de las piezas más eróticas, a la vez que divertida, que se puede encontrar en el género.
Otro apartado importante a tener en cuenta en las zarzuelas es el lenguaje. El hecho de situar la acción en ambientes populares, tanto en ciudades, como en pueblos de zonas campesinas, marineras, y en determinadas zonas del país, determina el empleo del lenguaje popular que en la mayoría de las ocasiones, está tratado con un profundo respeto, no exento del juego con expresiones y acentos característicos. En este apartado, teniendo en cuenta que casi la mitad de la producción zarzuelística tiene Madrid como lugar de desarrollo, el lenguaje madrileño, acompañado de esta típica gracia castiza que se le atribuye, es protagonista en numerosas obras, siendo en el género chico donde casi lo monopoliza: “Agua, azucarillos y aguardiente”, “Los Claveles”, “La Gran Vía”, “la Verbena de la Paloma”, “El Año Pasado por Agua”, “La Revoltosa”; pero además de Madrid, las murcianas de “La Parranda” o “La del Soto del Parral”, las andaluzas de “Las Bodas de Luis Alonso” o “El baile de Luis Alonso”, las aragonesas de “Gigantes y Cabezudos” o “Los de Aragón”, la vasca de “El Caserío”...
En cuanto a la calidad literaria de los libretos, si bien la crítica coincide en destacar la simpleza de los argumentos, hay excepciones que aparte de su ingenio, su simpatía, desarrollan unas tramas de lo más inteligentes, llenas de sorpresas y con un continuo bombardeo de referencias a la actualidad del momento muy meritorias; creo que ya se citó “El Barberillo de Lavapiés”, una maravilla en todos los aspectos. Al tiempo que también las hay, no citaré casos en negativo por no herir sensibilidades, que resultan absurdas, a pesar de que a veces acompañen la obra con alguna pieza de excepcional valor, que en muchos casos apenas tiene que ver con el tema y que rompe con la idea de comicidad que pretende.
Para dar fin a esta entrega volveré a remitir a quien me acompañe en esta aventura a varios enlaces ilustrativos:
https://www.youtube.com/watch?v=Usu1ph3JGhs “Canción de las Espigadoras” La Rosa del Azafrán
https://www.youtube.com/watch?v=PaftNFjSKEE “En la Huerta del Segura” La Parranda
https://www.youtube.com/watch?v=HB5luKG7MEw&t=7s “Son las Mujeres de Babilonia” La Corte de Faraón
https://www.youtube.com/watch?v=1YgKKQyKmrs “Tango de la Menegilda” La Gran Vía
https://www.youtube.com/watch?v=VVqucr69oXs “En un País de Fábula” La Tabernera del Puerto”
Manuel García Mata

































Manuel | Martes, 15 de Septiembre de 2020 a las 13:29:57 horas
Gracias por estea artículo tan interesante. Ahora solo hace falta que cuando pase la pandemia podamos disfrutar de esta joyas de la lírica española.
Salud y Libertad
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