A las 14.15 horas ha llegado al salón capitular del Palacio Municipal Castillo de Luna el féretro con los restos del ex alcalde de Rota, Felipe Benítez Ruiz-Mateos, fallecido durante la pasada madrugada a los 87 años de edad.

Sus restos mortales, trasladados en el coche fúnebre desde el tanatorio del cementerio municipal a este emblemático edificio de la villa, han sido recibidos por el alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, junto a miembros del gobierno local. También se han sumado a este recibimiento los concejales de la oposición Auxiliadora Izquierdo (PP) y Pedro Pablo Santamaría (Izquierda Unida) que han querido mostrar de este modo su respeto y reconocimiento a un hombre que trabajó por mejorar la localidad.

El féretro, portado por el actual alcalde, el concejal Juan José Marrufo, y dos operarios de la funeraria, se ha colocado en el centro del salón de pleno donde estará hasta las 8 de la tarde, custodiado por dos agentes de la Policía Local.  Han sido Javier Ruiz y  su hijo Felipe los que han desplegado una bandera de Rota para cubrir el ataúd rodeado de cuatro hachones encendidos, cedidos por hermandades locales, con quien también el fallecido tenía una importante vinculación. Un retrato del ex alcalde, que se encargó con motivo del aniversario de los 25 años de ayuntamientos democráticos, preside la sala y justo debajo, el bastón de mando de la Alcaldía.

A su lado, la Constitución española sobre la que han jurado su cargo los diferentes alcaldes de Rota y al otro lado, la biblia y un crucifijo ante los que Felipe Benítez también asumió su responsabilidad como dirigente máximo de una villa que amaba. Sobre el féretro, varias medallas propias que la familia ha querido que le acompañen en el último adiós, como la de alcalde,  la de la Hermandad del Rosario, de la que fue hermano mayor,  la de D. José Capote, que trajo a las Hijas de María Auxiliadora a Rota y Felipe Benítez la tenía en custodia, y la Cruz del Mérito Naval y Caballero Comendador de la Orden Pontificia de San Silvestre concedida por Juan Pablo II.

Las flores han empezado a llenar el salón capitular dispuesto para acoger a los ciudadanos que se quieran acercar a dar el último adiós al que fuera alcalde de Rota durante 16 años, doce de ellos en democracia, desde 1987 a 1999. 

La familia, esposa, hijos, nietos y amigos íntimos, han empezado a recibir las condolencias y muestras de dolor por la marcha del ex alcalde al que hoy la villa por la que luchó le rinde los honores.  Ha sido el cura párroco D. José Arjona Gil el que ha dedicado las primeras palabras para su descanso eterno.

La capilla ardiente se ha instalado en el Castillo de Luna, precisamente su rehabilitación constituyó uno de sus grandes proyectos de sus años de  política, para poder tener un mayor control sobre la posible aglomeración de ciudadanos. No en vano, representantes de asociaciones, entidades, hermandades y panorama político pasarán a decir adiós al que todos, independientemente de sus ideales, recuerdan como un buen alcalde para Rota. 

A las 20.00 horas se oficiará una misa en la parroquia de Nuestra Señora de la O y posteriormente, se incinerará para descansar eternamente en el Columbario de la iglesia mayor.