Nuestro país nunca ha formado parte del denominado G8 (grupo de los ocho). A este grupo pertenecen los países más industrializados del planeta: Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Japón y Rusia. Aunque éste último fue excluido cuando invadió Crimea.

España  nunca ha sido, por tanto, un país que haya despuntado industrialmente en líneas generales. Por eso no es de extrañar que los datos sobre el PIB, que la crisis del corona virus que seguimos padeciendo ha provocado, en España sean más negativos que en el resto de los países industrializados y que forman parte del G8. Hay que destacar que el PIB en nuestro país se ha desplomado hasta un 18,5%. Pero en países históricamente industrializados las caídas de sus Productos Interior Bruto también han sido considerables.  

Francia ha sido uno de los países europeos con un mayor descalabro económico ya que ha sufrido una caída de casi un 14 %. A Francia le sigue Italia ( otro país componente del G8). El descenso del PIB en el país trasalpino ha sido del 12,4%, lo que supone también una contracción sin precedente de su economía.

No viene esto a justificar el desplome de nuestra Economía, pero si puede probar el pobre desarrollo industrial de nuestro país  y nuestra excesiva dependencia del Turismo y del “ladrillo”.

En la crisis financiera de 2008, ocurrió otro tanto. Fuimos de los últimos en recuperarnos. Para responder al por qué de la lentitud con que nos recuperamos tras las consecuencias de las crisis económicas hay que echar la vista atrás y analizar de dónde venimos.

El Partido Popular siempre “saca pecho” para recordarnos que durante los Gobiernos de José María Aznar las cifras del paro en nuestro país fueron muy bajas. Y es verdad. Lo que no quieren admitir, aunque lo saben, es que esa bajada en los demandantes de empleo se debió a los efectos de una burbuja inmobiliaria que no paró de crecer durante casi un lustro. En esos años creció precisamente la demanda de obra extranjera para aquellos sectores ajenos al de la Construcción ya que éste estaba acaparado en su mayoría por trabajadores españoles.  Hasta nuestro ejército se nutrió de soldados procedentes de países sudamericanos porque nuestros jóvenes no se sentían motivado para ejercer de soldados y defender a la Patria. Cuando ésta (la burbuja inmobiliaria digo) estalló por mor de la crisis financiera, el número de parados se disparó de una manera alarmante con cifras muy superiores al resto de los países europeos de nuestro entorno.

Históricamente arrastramos un atraso respecto a los países europeos. Ya saben, quedamos excluido del Plan Marshall en los años cuarenta del siglo XX y ello supuso nuestra exclusión del Programa de Reconstrucción Europeo, por la colaboración del Gobierno español con la Alemania Hitleriana durante la II Guerra Mundial. Sin esas ayudas y con unas políticas económicas basadas en la autarquía nuestros antepasados sobrevivieron al hambre y a la miseria durante aquellos años. El periodo dictatorial nos ha lastrado casi hasta nuestros días.
Pero en cuarenta años de democracia tampoco hemos avanzado lo suficiente como para situarnos entre ese Grupo de países punteros. Y aunque nuestro  progreso ha sido significativo, dado el punto de partida de dónde partíamos,  no lo  ha sido lo suficiente como para ponernos a su altura.

Y, en medio de estos negativos datos económicos, nos encontramos con que El Emérito se ha ido de España, se ha ausentado, se ha auto exiliado,....Pero ese es un tema para ser tratado en otros artículos.

Antonio Franco García