Ayer se cumplió una semana desde que en Andalucía es obligatorio el uso de la mascarilla en todos los espacios, al aire libre o cerrados, independientemente de que se pueda mantener el distanciamiento social recomendado por las autoridades sanitarias. Desde entonces, la Policía Local ha llevado a cabo una labor informativa, de advertencia a ciudadanos que, pese a la obligación de llevarlas, no lo hacían por olvido, por incomodidad o simplemente por dejadez, por lo que ha habido casos en los que por incumplimiento del artículo 104 de la Ley 16/2011, de 23 de Diciembre, de Salud Pública de Andalucía, se ha procedido a levantar expediente. 

Normalmente, es la zona centro la que más conflictiva está resultando en este sentido, y donde por tanto, los agentes municipales están multando a un mayor número de personas. De media, se podría estar hablando de unas 40 - 45 multas diarias (incluyendo los tres turnos de Policía), una cifra que sigue indicando que hay ciudadanos que no se toman en serio esta obligación para evitar la propagación de contagios por Covid-19.

En términos generales, aunque hay de todas las edades, se repiten los casos en gente joven, especialmente, en el entorno de bares sin que se esté consumiendo. El despiste suele ser la primera excusa que se pone a la Policía para evitar ser multados con sanciones fijadas en 100 euros. 

Hay que recordar que solo están exentos de llevar mascarilla los menores de 6 años; aquellos que por prescripción facultativa afecte negativamente a su salud, (entonces la persona en cuestión debería portar algún documento que lo acredite); aquellos que estén realizando algún tipo de deporte individual al aire libre; o en las playas y piscinas durante el baño o si se permanece quieto en un espacio concreto. Tampoco es obligatorio mientras se está consumiendo en un bar.  En el resto de espacios, cerrados o al aire libre, es obligatorio.