En la jornada de ayer domingo, la parroquia de Nuestra Señora de la O se vistió de gala coincidiendo con la celebración del Corpus Christi en la localidad. Y es que aunque la crisis sanitaria por el coronavirus ha impedido que la Santa Custodia salga a procesionar por las calles de la localidad, esta festividad cristiana, la que recuerda la presencia de Jesús entre los hombres en la tierra, no pasó por alto.

Tras la eucaristía de las doce del mediodía, el Santa Custodia que portó el cura párroco, José Arjona Gil, bajo el palio, visitó cada una de las capillas de las hermandades que tienen sede canónica en la iglesia de la O y que se engalanaron para esta ocasión tan especial. En cada una de ellas, el Corpus hizo una parada ante la mirada de algunos feligreses que, cumpliendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, estuvieron dentro del templo.

De esta forma, la Hermandad Sacramental pudo celebrar uno de sus días grandes arropada por las hermandades que estaban representadas por miembros de sus juntas de gobierno que rezaron al Altísimo.

Los altares instalados en cada capilla lucieron espléndidos para honrar al Santísimo Sacramento con sus titulares marianas vestidas para la ocasión.

También montaron altares las capillas de la Caridad y la de San Roque, en esta última estrenando la imagen de la niña hebrea con rasgos de una persona síndrome de down que la Semana Santa pasada debería haberse estrenado en su salida procesional, y que no pudo ser por la suspensión de las procesiones debido a la crisis sanitaria del coronavirus. En esta festividad de la Eucaristía han querido darle protagonismo.

Fue un Corpus Christi diferente, pero que los cristianos debieron celebrar como una de las festividades religiosas más importantes del calendario anual.