Nueva residencia de mayores de Rota, ¿cómo, dónde y cúando? (por José Antonio Ursúa Toledo)
Las personas de nuestra localidad que debido a su avanzada edad o sufren diferentes tipos de dependencia y necesitan unos cuidados sanitarios muy especializados dentro de un espacio amplio y paisaje adecuado, no disponen en mi opinión, de unas estancias y espacios vitales suficientes como para que cada día sus vidas se desarrollen con normalidad dentro de una movilidad y esparcimiento que pueda considerarse normalizado en la actual Residencia de Mayores de Rota.
Creo que esta ha sido y es, una tarea pendiente de todos los gobernantes locales que han pasado por el Consistorio roteño. Todos estos políticos locales en particular, y en consecuencia la sociedad roteña en general, no ha sabido encontrar la fórmula necesaria o no se ha tenido la implicación suficiente como para dotar a la villa de Rota de un Centro de Mayores propio del siglo XXI.
La actual residencia de ancianos fue construida allá por los años 70 al estilo de los asilos de ancianos de la época y para las personas mayores más vulnerables de la población. Aunque a lo largo de estos cincuenta años el edificio ha sufrido alguna remodelación, el principal escollo a salvar ha sido siempre la falta de espacio vital.
Anexa a lo que en la actualidad es el Centro de Atención Médica Primaria, cuenta con 24 plazas y su espacio de habitabilidad para los abuelos residentes es tan reducido para lo que debe ser este tipo de instalaciones, que resulta muy preocupante imaginar cómo pueden desarrollar y conciliar una vida normal en tan poco espacio disponible.
Si atendemos al número de habitantes de Rota (30.000), las actuales residencias de mayores españolas no tienen nada que ver con la nuestra. Las plazas (24) son tan escasas que suele existir una lista de espera, a veces bastante amplia, en donde muchos de los aspirantes solicitantes fallecerán sin haber tenido nunca opción alguna de ocupar una plaza en la pequeña residencia roteña.
Antes que nada, debemos ponernos en el lugar de aquellos ciudadanos y vecinos que no pueden dar a sus familiares más queridos, los cuidados asistenciales y médicos que realmente necesitan por la escasísima capacidad de plazas de la actual instalación. No cabe duda que la falta de espacio físico del actual edificio hace todavía mucho más difícil y loable la ingente labor de los trabajadores que asisten 24 horas durante los 365 días del año a los abuelos y abuelas de la actual Residencia de Mayores de Rota.
Igualmente debemos considerar que una residencia llamada de mayores, por la edad avanzada general de los internos, puede y debe ser compartida con otros no tan longevos que por diferentes motivos médicos sufren cualquier tipo de dependencia que les impide llevar en sus hogares una vida normalizada debido a sus específicas necesidades médicas.
En una primera conclusión, podríamos asegurar que con vistas a un inmediato futuro, una residencia de mayores en Rota debiera tener una capacidad, como mínimo, de 140 internos al contar la villa con una población de 30.000 habitantes y la cercanía de otros importantes núcleos de población.
La actual y antigua residencia de ancianos, al ser sustituida por otra de nueva construcción y capacidad suficiente, podría integrarse perfectamente en una ampliación del actual Centro de Atención Primaria, con gran beneficio para todos los vecinos de Rota al contar con un nuevo espacio muy necesario y fácil de adaptar para nuevos servicios sanitarios.
Con una media de 140 plazas de internos y con 30 plazas más de residentes sólo de día, y de acuerdo a otras residencias ya en funcionamiento y continuadas en el tiempo con resultados más que satisfactorios, la plantilla de trabajadores necesarios para atender a estos internos podría fácilmente sobrepasar los 100 profesionales entre personal sanitario, administración o servicios generales tales como asistentes de internos, lavandería, cocina y mantenimiento de la propia instalación.
Este importante despliegue de personal y medios materiales llevaría implícito una gran capacidad de control y gestión económico-laboral, además de un gran esfuerzo general humano para proporcionar a los internos una asistencia saludable integral como primer cometido de dicha plantilla de trabajadores.
En un pasado relativamente próximo, ha habido alguna propuesta para que la nueva residencia de mayores de Rota se ubique en la parcela de propiedad municipal en la Avenida de la Democracia (colindante en su lateral oeste con la conocida cafetería “Liberto”), por ser bastante espaciosa y contar adicionalmente en su parte sur con una pequeña plaza, árboles y algo de jardinería de uso público lo que le da al entorno un valor añadido.
El tema de aparcamientos para automóviles, tanto para los trabajadores de la futura residencia como para los familiares visitantes de los internos, no parece un problema debido a la escasa densidad de vecinos en dicha zona y los espacios viales libres en la misma.
En España, después de la pandemia del COVID-19, el tema de las residencias de mayores en donde este virus ha hecho verdaderos estragos con nuestros mayores, ha estado tristemente en primer plano de actualidad debido a demasiados y luctuosos incidentes ocurridos en algunas de ellas.
Las administraciones públicas o las empresas privadas tienen una grandísima responsabilidad cuando se ponen al frente de este tipo de instalaciones porque su dirección y gestión integral es tan compleja, variable e importante que se debe echar mano de los mejores profesionales para que puedan llevar a cabo todos los protocolos que se exigen a este tipo de dependencias.
Nuestro país cuenta aproximadamente con 5.400 residencias de mayores con una oferta total de 373.000 plazas. El 75% de estas instalaciones son privadas y el 25% públicas. Pero esta afirmación debe ser mirada de cerca ya que la colaboración publico-privada es tan evidente que cuesta distinguir qué es público y qué no. Las plazas de la nueva Residencia de Mayores de Rota podrían ser concertadas con la Junta de Andalucía, cuantas más plazas mejor; todos conocemos la disparidad de criterios sobre si lo mejor es público, privado o una mezcla de ambos. Lo verdaderamente importante es que los futuros usuarios tengan un servicio de verdadera calidad sanitaria, técnica y humana con instalaciones acordes al siglo XXI y que la capacidad sea suficiente para que no vuelva a pasar lo que actualmente vivimos con la antigua residencia de abuelos construida hace ya 50 años con un sólo objetivo para aquella época y que quedó absoleta demasiado pronto debido principalmente al reducido espacio vital disponible para la cantidad de usuarios y solicitantes.
Como habrán podido comprobar a lo largo de todo el escrito, he repetido hasta la saciedad la falta de espacio vital de la actual residencia de mayores como primer argumento para construir una nueva instalación moderna y funcional. El segundo argumento que he tratado de transmitir, es la de su capacidad para cubrir unas necesidades reales y no volver a cometer el mismo error, construyendo una nueva residencia de mayores que se quede pequeña antes de inagurarse y que muchos usuarios roteños tengan que ingresar en otras residencias fuera de la localidad,con el gran incoveniente que esto supone para ellos y sus familiares. Creo que estos dos parámetros son tan claros y lógicos que deben ser tomados como base para iniciar cualquier nuevo proyecto sea éste público,privado o público-privado.
¿Y cúando? Esa es como coloquialmente conocemos “la pregunta del millón”.
Murió Franco, llegó la Democracia con la Constitución de 1978, las autonomías, los numerosos y diferentes gobiernos nacionales, autonómicos y locales, pasaron 45 años y llegamos hasta este nada halagüeño 2020 del COVID-19, y nada pasó.
Todos los vecinos cada cuatro años estamos cansados de oír a los políticos locales de cualquier formación que este tema de la Residencia de Mayores “es una prioridad”; todos sin excepción, lo integran reiteradamente en sus cansinos e incumplidos programas electorales…”pero todo sigue igual”, como aquella parte de la canción que hizo famoso a aquel entonces desconocido Julio Iglesias por el año 1969, fecha aproximada de los inicios para la construcción de aquella primera Residencia de Ancianos de Rota.
Rota ha esperado demasiados años para disponer de una Residencia de Mayores digna de los tiempos que vivimos y con capacidad suficiente para atender las necesidades de nuestra actual y futura población; esta importantísima asignatura pendiente de Rota no puede esperar más tiempo para ser aprobada.
José Antonio Ursúa Toledo
Prudente Arjona | Miércoles, 03 de Junio de 2020 a las 22:10:14 horas
Me alegro mucho que por fin salgan personas reivindicando lo que llevo haciendo décadas, por lo que estoy perfectamente de acuerdo en todo, menos en una cosa, y esa es, el lugar de ubicación; ¿porqué hay que llevar a los mayores tan lejos, cuando en la Forestal disponemos de un paraíso para ellos?: Sol , espacio, pinos, playa, Protección Civil, cercanía... ¡Ah! Efectivamente, fue CÁRITAS y Don Vicente Beltrán, una de las personas que más trabajó en el proyecto. Por otra parte, gracias por firmar Vd. con su nombre, porque me indigna cuando los firmantes de las críticas, sugerencias o comentarios, se esconden tras en anonimato
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