La Feria de Primavera de Rota se ha saldado con un balance más que positivo en lo que se refiere a ausencia de incidentes que prácticamente no han existido en los cuatro días de celebración. Tanto es así, que las actuaciones por parte de la Policía Local se han reducido a escasas intervenciones en las que ninguna ha destacado por su gravedad. Y es que los roteños pueden presumir de una feria de las más tranquilas de la zona, no solo por el carácter familiar que la destaca sino porque cada vez más, y a pesar de las aglomeraciones que se producen en el Real,  los ciudadanos tienen un comportamiento muy cívico donde prima el buen ambiente.

Según el informe que barajan los agentes locales, sus actuaciones han sido más presenciales que de actividad y las actuaciones han sido mínimas. Entre ellas, cabe destacar la intervención en tres conatos de reyerta sin heridos de ningún tipo, cinco actuaciones por orinar en la vía pública, 12 por venta ambulante sin la correspondiente licencia, 9 identificaciones y cacheos, de las cuales hubo una intervención por posesión de una navaja, 6 servicios humanitarios, la mayoría por caídas fortuitas y estado de embriaguez, un atestado por alcoholemia a un vecino de El Puerto que dio postivo (0,72 ml) de alcohol en sangre, y la rotura de un árbol en las inmediaciones del recinto ferial deteniéndose a los tres presuntos autores casi de inmediato. Todo ello, sin consecuencias que destacar por lo que el propio jefe de la Policía Local ha asegurado que ha sido incluso una Feria de Primavera más tranquila de lo que suele ser habitualmente.

En cuanto a la afluencia de público en el Real, sorprendentemente, este año no ha sido el sábado la jornada más concurrida, ya que ha habido menos gente que otros años sin embargo, el domingo a mediodía, sobre las tres de la tarde, se puede decir que la feria roteña llegaba a su punto álgido con un recinto ferial abarrotado en el que tanto en las casetas, por el paseo de caballos o por la zona de atracciones y tómbolas era difícil transitar con cierta normalidad. Y es que como suele ser habitual desde hace ya algunos años, los roteños empiezan a preferir vivir la Feria de Primavera de día y algo menos de noche, por ello, la mayor concentración de personas se ha producido en las horas de la tarde. Aún así, las jornadas nocturnas también han tenido su público, sobre todo las noches del viernes y el sábado, y lo cierto es que aunque no había límite de horario para el cierre de casetas, tanto Policía Nacional como Policía Local, han actuado de forma preventiva apagando la música a las 6.30 de la mañana con el fin de ir desalojando aquellas casetas en las que quedaban un pequeño reducto de personas que según los agentes, son una  minoría que dado el consumo de alcochol, puede comenzar a dar problemas. Incluso en las casetas relacionadas con la movida juvenil, el parte de incidentes ha sido escaso.

No es el único aspecto en el que los roteños se han comportado de forma ejemplar, este año, los fumadores se enfrentaban a la nueva Ley Antitabaco que prohibe fumar en espacios cerrados, y por tanto, en el interior de las casetas, pues incluso aquí, se ha cumplido de forma razonable. Y es que según la Policía Local, en este sentido, tan solo han tenido que intervenir una sola vez por requerimiento de una persona que llamó a la policía para denunciar a un fumador, sin embargo, cuando la patrulla se personó en el lugar requerido, se comprobó que nadie estaba infrigiendo la ley. 

Si a ello se le suma que ni en el tráfico, ni en los accesos al recinto ferial, ni en las atracciones o los aparcamientos, ha habido incidencias, los roteños pueden estar orgullosos de gozar de una de las ferias más tranquilas del panorama provincial. Velando por la seguridad y el buen desarrollo de esta celebración han estado agentes de la Policía Nacional, Policía Local, policías a caballo, Protección Civil, Guardia Civil y servicios sanitarios que ha ayudado un año más, a conseguir un balance más que positivo en esta edición 2011.