ROTA AL DÍA

  
  
 
Marchando una de regodeo. Un año lleva Rotaaldia.com, y lo que más sorprende es su éxito. Un éxito que podríamos calificar como el mayor en la historia de los medios de comunicación roteños, que contra lo que algunos puedan pensar, no han sido pocos, sino muchos, muchísimos.

Da miedo pensar en el panorama de la prensa en Rota si no existiera este periódico digital. Sería el paisaje del desierto, del páramo polvoriento, lo cual contrasta con otras épocas. En tiempos de Felipe Benítez Ruiz-Mateos, recuerdo que las comidas de Navidad que daba el ayuntamiento para la prensa parecían cotillones, de tantos periodistas (vamos a llamarnos así) como acudíamos. Ahora no sé cómo son esas comidas, ni siquiera si las hay, pero desde luego, los actuales  plumillas de Rota diríamos que caben en torno a una mesa camilla.

Y todo esto resulta muy curioso en un aspecto: el medio preponderante es un medio escrito. No una tele o una radio local, sino un periódico. Donde la gente tiene que realizar el esfuerzo de leer. Donde hay que masticar un poco.

Me atrevo a afirmar que es la particularidad más positiva de la escasez de medios de comunicación en Rota. Y creo poder vaticinar que, a medio plazo, va a tener un impacto notable en la forma de hacer política en nuestro pueblo. Será necesario elaborar más las ideas. Habrá que utilizar más la cabeza. Las consignas tendrán que ser más sutiles. Y eso sin contar el feedback alucinante que componen los comentarios de los lectores, que, virtualmente, constituyen una especie de sondeo de opinión permanente.

Las películas de ciencia ficción, cuando querían presentar el futuro, nos mostraban siempre un mundo donde las noticias eran presentadas por locutores domesticados de rostro cerúleo. Nadie podía pensar que íbamos a leer las noticias. Y sin embargo, gracias a una paradoja no infrecuente a lo largo de la historia, vemos como internet, que es el futuro, nos lleva directamente al pasado. A los periódicos. Sin tinta, sin papel, pero con letras.

Larga vita a Rota al día.

P.D. Una vez comenzada la feria, rectifico parcialmente mis comentarios de la semana pasada sobre la escasa idoneidad de los trajes de gitana para los cuerpos femeninos. He observado algunas notables excepciones.

Otra P.D. Enhorabuena a Juan Macías por el merecido escudo de oro del CD Rota. Pero, Juan, no te confundas, en realidad no es de oro, sino de metal bañado, así que no intentes venderlo. Por mucho que haya subido la cotización aurífera.

Una última P.D. Resaca.