Ayer sobre las 9 de la noche, Protección Civil y Policía Local tuvieron que actuar en una vivienda en la que una deflagración causó importantes daños materiales en una cocina. Afortunadamente, no hubo daños personales que lamentar más allá del nerviosismo y ansiedad de algunos habitantes de la casa pero la situación podría haber generado un susto mayor.

La explosión se produjo mientras un vecino, aquejado de que le entraban olores de la cocina de la vivienda colindante, separadas solo por una estrecha cámara, manipulaba poliuretano, un material plástico aislante con el que pretendía rellenar el supuesto hueco por el que le entraban esos olores. Como al parecer había cerca un enchufe, cortó el suministro de luz de su casa, y encendió una vela para mayor visibilidad. De repente se produjo una deflagración que reventó la cocina con la que lindaba, de la que supuestamente venían los olores provocando grandes daños materiales en mobiliario, electrodomésticos, parte del techo de escayola y la pared que los separaba.  Afortunadamente, en el momento de la explosión no había personas en la cocina que se ha llevado la peor parte y todo quedó en un gran susto y varios destrozos.

En el momento de la explosión, el vecino que manipulaba el poliuretano pensó en posibles llamas y con un extintor de las zonas comunes roció la cocina para evitar un incendio lo que a ojos de vecinos que pasaban por la calle parecía humo que salía de las ventanas cuando en realidad era el polvo químico del extintor. 

La situación estuvo controlada, pero el susto fue inmenso para los moradores de ambas viviendas, una de ellas, la que se ha llevado la peor parte.