Buenos días, estimados lectores. Teniendo en cuenta las extraordinarias circunstancias de crisis sanitaria que estamos viviendo, no solo en España, sino en todo el mundo, me gustaría transmitir mi apoyo a todos los ciudadanos.

El tema del COVID-19 es, sin lugar a dudas, el trending topic de las últimas jornadas. Las redes han rebosado con unos #quedateencasa por aquí, unos #aplausos por allá. Medidas que, aunque sean beneficiosas para esta crisis y levantan la moral de los que están sacrificándose para acabar con el virus, lo que más hace falta para poder solventar esta crisis lo antes posible y con el menor coste de vidas posible es la cooperación internacional.
Porque lo único que podemos sacar en claro de esta crisis sanitaria, sin la necesidad de ser médicos, es la insolidaridad, el egoísmo y la desigualdad que sigue infectando a la vieja Europa y que la Unión Europea no es más que una simple sociedad de libre comercio y de libre circulación (espacio Schengen).

Y hay que tener mucho cuidado con la insolidaridad, porque esta situación es muy similar, salvando las distancias, con el periodo entre guerras, cuando las dictaduras ascendían en las nuevas democracias europeas y las viejas democracias europeas se mantenían al margen por centrarse en sus problemas.

Aunque en este caso no es tanto por centrarse en sus problemas, sino en la vieja y trágica historia del maltrato del norte hacia el sur. Países como España o Italia, siempre hemos sido atacados por los de Alemania o Gran Bretaña. Pero creo que ya es hora de pasar página y cambiar las cosas.

Así que, por favor, queridos amigos del norte no vuelvan a maltratar al sur y seamos solidarios entre nosotros, porque si no nos apoyamos entre los miembros de la Unión Europea, no hay otro destino para esta comunidad que el fin de su existencia.
 
                                

Pablo Aguilar De la Cruz