Hace aproximadamente un mes les escribía sobre la terrible pandemia que padecemos y la relacionaba con todo un referente literario universal, ‘El Decamerón’, la obra más célebre del italiano Giovanni Boccaccio. En mi opinión un interesante nexo humanista de mediados del siglo XIV, casi siete siglos nos separan, en el que literatura y medicina van de la mano si bien en puridad habría que decir que la enfermedad infecciosa que aparece en dicha obra de la que es coetánea, la peste bubónica, no guarda relación con la actual. Pues bien, dicho esto y como ya se habrá percatado, existe motivo para otra ‘Opinión’ en esta misma línea artística-científica, solo que en este caso el arte implicado es la música, la enfermedad es la COVID-19 y el nexo ha nacido en las fechas actuales, aunque composición e infección no son coetáneas. Me refiero, claro, a ‘Resistiré’.

Cuando pierda todas las partidas  /  Cuando duerma con la soledad

Cuando se me cierren las salidas  /  Y la noche no me deje en paz.

Una canción talismán con algo más de tres décadas de existencia pues pertenece al álbum ‘En forma’ editado en 1988 por el Dúo Dinámico, un grupo musical formado en 1958 por Manuel de la Calva y Ramón Arcusa. Un disco discreto, en España alcanzó un modesto puesto 16 en pleno verano de aquel año, compuesto de diez canciones con ‘Resistiré’ a la cabeza de su cara A y que bien pronto destacó entre las demás, al ser utilizada a título particular por muchos españoles quienes, al cantarla mentalmente u oírla, la convertían en una catapulta que les elevaba el alma.

Un arma que les permitía superar o al menos sobrellevar gravísimas situaciones personales y familiares de desesperanza o de muerte de seres queridos. Un arma defensiva en realidad, un escudo emocional particular. El reconocimiento público le llegó un par de años después, al ser incluida en la banda sonora de la película ¡Átame! (1990) del manchego Pedro Almodóvar, seguro que la recuerda. Aparece en la última escena donde la cantan Lola (Loles León) y Ricki (Antonio Banderas), mientras Marina (Victoria Abril) conduce el auto donde viajan los tres y llora de alegría pues, a pesar de las adversidades ha encontrado el amor en su secuestrador. En fin, Almodóvar en estado (casi) puro.

Cuando sienta miedo del silencio   /  Cuando cueste mantenerme en pie

Cuando se rebelen los recuerdos   /   Y me pongan contra la pared.

Pero ‘Resistiré’ representa bastante más. También fue una especie de himno nacional en Argentina durante la gran recesión de 2001, y el oficioso de una congregación de cuatro millones de personas con alguna discapacidad, por no hablar de esa temporada futbolística en la que el técnico Paco Chaparro la ponía en el vestuario verdiblanco del hispalense estadio Benito Villamarín. Grande. Y por supuesto es la canción que en la actualidad eleva nuestros espíritus, nos une y nos conforta al darnos ánimos y esperanza durante el obligado confinamiento impuesto por este coronavirus. Sí, no cabe la menor duda. La canción sirve para diversos momentos anímicos difíciles y para distintos problemas materiales acuciantes, aportándonos siempre ánimos y energía, ¿a quién no se le viene el corazón arriba cuando la canta o escucha sólo o en compañía? Ya se lo advertí unas líneas más arriba, se trata de una canción talismán que debe su benéfico poder a su música y a su letra, esto se lo digo ahora

Música y letra. Le invito a que lo haga, pero desde ya le prevengo que si pregunta a alguien de quién es la canción, tiene todas las papeletas de que le conteste “Es del Dúo Dinámico”. Lo cual ni es cierto del todo ni justo para todos. Me explico. Dicen que, por esas postreras fechas de los años 80, el dúo había compuesto una música -en la que por cierto no pocos atisban elementos de la canción ‘I will survive’ (1978) de la estadounidense Gloria Gaynor- y estaban a la espera de una letra que les convenciera.

Resistiré, erguido frente a todo   /   Me volveré de hierro para endurecer la piel

Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte

Soy como el junco que se dobla   /   Pero siempre sigue en pie.

Fue entonces cuando Ramón (el más alto del dúo) -al parecer impresionado por una conocida frase de quien es el quinto español en conquistar el Nobel, en su caso de Literatura (1989), Camilo José Cela- le propuso a Carlos Toro Montoro, periodista deportivo y magnífico letrista, que escribiera una sobre ese sesgo de victoria final que para algunos tiene la resistencia. (Continuará).

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FUENTE: Enroque de ciencia