Boris Johnson, el primer ministro británico, está hospitalizado por haberse contagiado del coronavirus. Aunque imagino que ustedes ya lo saben, el cargo de primer ministro en Reino Unido es el equivalente al de presidente de Gobierno en nuestro país.

Los caprichos del destino han llevado a que el mandatario británico haya sido víctima de la pandemia que azota a todo el planeta. Él, que apostaba por la libre circulación de los ciudadanos británicos con el fin de que los que se contagiaran quedarían inmune a este virus  y aunque algunos falleciesen durante la epidemia la Gran Bretaña no se pararía, ha sido víctima de aquella primera estrategia suya. Ya sabemos que días después rectificó. No me quiero ni imaginar si nuestro Gobierno hubiese adoptado la medida del dignatario inglés, cómo nos encontraríamos en estos momentos. De todas formas, hay que añadir que todos los partidos políticos del Palacio de Westminster, apoyaron a su primer ministro en la toma de aquella primera decisión.

La pandemia se ha expandido por todo el planeta con una velocidad inaudita. Casi un millón y medio de personas, de las cuales han fallecido más de 70.000, es el trágico balance a la hora de redactar este artículo. Sólo 17 países afirman estar libre del COVID-19.

En Estados Unidos, caer enfermo por coronavirus puede provocar la ruina de millones de personas. Dado que su sistema sanitario se muestra insuficiente en estos nefastos momentos para cerca de veintiocho millones de personas que cuentan con seguros de salud precarios, afrontar la epidemia es menos garantista que en cualquier otro país. Proteger nuestro Sistema Público de Salud se ha demostrado es clave en estos momentos. Sistema Público de Salud que ya quisieran para sí los ciudadanos norteamericanos.
Estamos comprobando que cada país afronta la crisis sanitaria de manera distinta, aunque muchos están siguiendo "el manual de instrucciones chino", lugar del inicio de la pandemia. Lo único que se ha podido constatar hasta el momento es que nadie, dentro de la comunidad científica,  conoce con total seguridad al "enemigo común".

Los Gobiernos siguen, pues, las sugerencias de los expertos sanitarios en la materia.

En España, los partidos de oposición de la derecha ideológica no ayudan en sus declaraciones al Gobierrno. Más bien, parece que quieren aprovechar la ocasión para desgastarlo. Me da la impresión (he dicho la impresión) de que los ultraderechista de VOX desean que la pandemia cause más estragos y más dolor aún del que ya está causando con tal de derribar al Gobierno. Ellos y sus seguidores son los que están creando bulos constantemente a través de las redes sociales para intoxicar a la población. No me olvido del comportamiento del expresidente José María Aznar en esta crisis sanitaria. El que fuera cómplice de la muerte de niños, ancianos y mujeres iraquíes, asesinados en una guerra en la que la excusa fue la búsqueda de armas de destrucción masiva en poder del Gobierno de Irak hace poco más de una década, quiere erigirse en posesión de la Verdad y el Conocimiento. De todas formas, bastante tiene ya con lo que tiene este hombre, que diría mi abuelo.
 

Antonio Franco García