Relato de un confinamiento (por Antonio Franco García)
Hoy viernes, 20 de marzo, he vuelto a salir de casa. Bueno, lo correcto sería decir que hoy me he alejado más de cien metros de mi casa. Hasta ahora solo había salido a tirar la basura. Pero ya las vituallas y el material de limpieza escaseaba y me he visto obligado a salir a comprar.
He vivido con mis propios ojos la responsabilidad ciudadana que durante esta semana ha anunciado las distintas cadenas de televisión. Casi todo el mundo lleva guantes y mascarillas y mantienen disciplinadamente las distancias sugeridas por las autoridades sanitarias.
La primavera, dice la tele, ha empezado a contar desde las cuatro de la mañana. Ni nos hemos enterado porque el invierno parece que acabó hace ya muchos meses.
Me estoy dedicando a leer, escribir, informarme y compartir con los míos películas y documentales. También hemos desempolvado algún juego de mesa. Sobre todo para entretener a Hugo, el benjamín de la familia.
Hace unos días, envié a esta redacción un artículo sobre nuestro Rey Emérito. Esta vez, respondía a varias razones la redacción del susodicho artículo. Por un lado, para recordar a los lectores los actos indecentes de los Borbones. ¡Qué mala suerte hemos tenido los españoles a lo largo de nuestra Historia con nuestros monarcas! ¡Es que no se salva ninguno!
Por otro lado, como ya experimenté en un artículo anterior de hace unos meses, lo escribí por una cuestión de comensalismo. Todavía estaba "la tinta fresca" y ya empezaron a llegar los comentarios de una parte de los lectores habituales de mis artículos. Da igual lo que escribe, siempre la caterva conservadora/falangista que me lee está al quite. Esa misma caterva tiene que reconocer que mis opiniones les motiva tanto a leer como a escribir. No, no me lo tienen que agradecer.
Pero la importancia de esta Carta al Director es para trasmitir el descubrimiento de estos días. Me ha alegrado enormemente que tanto Israel como Palestina hayan dejado aparcada sus diferencias para unirse en la coordinación de la lucha contra el Corona virus.
Lo mismo ocurre con Venezuela y Colombia. Un enemigo común, que no conoce fronteras, une a los Pueblos por encima de todo y dejan aparcadas sus diferencias. Lo cual viene a demostrar que las diferencias se pueden solventar sin necesidad de llegar a utilizar cualquier tipo de violencia, ya sea económica o bélica.
Por otra parte, la contaminación ha disminuido en nuestras ciudades. Seguro que nuestro Planeta lo agradecerá.
Acabo de leer que la "Cocina Solidaria" de nuestro Ayuntamiento se ha hecho cargo del menú de 15 escolares con necesidades de comedor tras el cierre de los colegios. He tenido la suerte de conocer a Juan, Peque, Neni y a muchas voluntarias y voluntarios durante mi etapa de concejal en el equipo de gobierno local, dado que el proyecto de "Cocina Solidaria" estaba en las competencias atribuidas a mis delegaciones. No descubro nada con decir que son personas auténticas, como decimos aquí, que merecen todo el agradecimiento que le podamos dar. Chapó por ustedes. También por la solidaridad de empresas, asociaciones y vecinos que a título personal colaboran con el aprovisionamiento de la Cocina Solidaria.
Antonio Franco García

































Justino "Tomasito" | Lunes, 23 de Marzo de 2020 a las 21:32:01 horas
Como casi siempre patético,tratando de hacer leña de aquellos que no piensan como él,para intentar prender y avivar un fuego republicano que en anteriores ocasiones sólo sirvió para cocinar odio,rencor y sobre todo miseria.Bueno,aparte de cocinar lo dicho, también sirvió para quemar muchos inmuebles,preferentemente iglesias.
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