En esta crisis sanitaria por el coronavirus en la que muchos comercios y empresas han tenido que optar por el teletrabajo y otros se han visto obligados a echar el cierre, están los que de la mejor manera posible, tienen que seguir cumpliendo con sus obligaciones. Hoy nos hemos centrado en los repartidores de bombonas de butano a domicilio, un servicio que si bien es verdad, es bastante utilizado en Rota, en estos días ha subido en un 40% las peticiones de que el butanero vaya a casa.

Rotaaldia.com ha hablado con dos de ellos y reconocen que desde el sábado -un día después de que se decretara el estado de alarma por el Covid-19-,  hasta ayer miércoles, han sido jornadas muy duras donde el cansancio se nota porque han venido repartiendo una media de 120 botellas de butano al día, con lo que ello implica en esfuerzo físico. Ha habido jornadas en las que se ha superado con creces esa cifra. Un trabajo del que no se quejan, aseguran que están acostumbrados desde hace años aunque es cierto, que estas jornadas están siendo algo más agotadoras.

La mayoría de vecinos que normalmente acuden a puntos de venta de bombonas -que también han subido en ventas-, y las compran por sí solos al no poder asegurar al repartidor que estarán en casa, han cambiado su rutina. En su mayoría deben quedarse en su domicilio como indican las autoridades sanitarias y el Gobierno y por ello, que alguien abra la puerta de casa al butanero, está asegurado.

Eso sí, cuando el repartidor entra en un domicilio, estos dos butaneros notan a la gente "temerosa", guardan las distancias, se quedan alejados mientras dejan la bombona en el lugar indicado y se aprecia esa precaución. También la tienen ellos por su propia salud y entienden que es lo que toca.

Tras estas jornadas laborales muy intensas, reconocen que hoy jueves 19 de marzo, ya está pasando el estrés comparable a picos en las quincenas de verano cuando son muchos veraneantes los que llegan a Rota y todos piden a la vez. Una vez suministradas una gran mayoría de viviendas, que han comprado más de la cuenta por miedo,  creen que el trabajo se normalizará aún más en los próximos días.

Para afrontar todo el trabajo que de golpe se les vino encima, cuentan con los mismos recursos, dos camiones de reparto con dos trabajadores que suben y bajan escaleras continuamente porque si el reparto a domicilio de bombonas ha subido, también lo han hecho las ventas ante el temor de quedarse sin butano en los primeros días en los que parecía que llegaba el apocalipsis. Es algo lógico, reconocen, esperando que pronto pase todo.