Durante la jornada de hoy jueves y quizás parte de mañana viernes, miembros de la Universidad de Cádiz, del Laboratorio Ivagro, Unidad de Geodetección, están trabajando en el Mercado Central de Abastos para detectar con sus equipos de georradar si bajo el suelo del patio de este edificio pudiera haber restos arqueológicos.

Se trata de unos trabajos encargados por el Ayuntamiento de Rota a esta unidad con el fin de, a raíz de las piletas romanas aparecidas en la zona exterior del mercado por la calle Almenas, estas tienen continuidad y bajo los cimientos del edificio, en el subsuelo,  pudieran hallarse nuevas estructuras arqueológicas o de otro tipo. 

Para ello, se está haciendo una prospección geofísica con un equipo georradar bifrecuencia que a través del lanzamiento de ondas electromagnéticas al subsuelo, es capaz de ofrecer información que se mide primero en un programa de adquisición de datos y luego se analizan  en un post proceso en el laboratorio.

Jeni Pérez, de esta Unidad de Geodetección de la Universidad de Cádiz, ha explicado que dependen del tipo de estructuras que se localicen, el equipo a través de sus ondas ofrece una serie de alteraciones y señales electromagnéticas  que al estudiarlas detenidamente dan como resultado la planimetría que indica dónde posiblemente puedan existir en el subsuelo diferencias asociadas a restos arqueológicos y antrópicos. 

El proceso de análisis en el laboratorio una vez termine el trabajo en el Mercado Central de Abastos, incluye no solo el análisis por parte de los técnicos sino que se cuenta con especialistas historiadores o ingenieros -estos últimos para estructuras más modernas-, que pueden interpretar de una manera más fiable los datos o formas de las planimetrías resultantes del trabajo de campo. En Rota, se analizará el subsuelo del patio del Mercado Central de Abastos y una parte del exterior donde hoy se estaban haciendo las distintas mediciones. A partir de ahí, se emitirá un informe que en una o dos semanas a lo sumo, se entregará al Ayuntamiento de Rota con el resultado de lo que la máquina ha detectado. Ese informe servirá al Ayuntamiento para tomar decisiones en función de lo hallado. 

Desde este equipo de trabajo dejan claro que la máquina solo puede detectar si hay algo, pero con exactitud no pueden especificar qué es a no ser que las formas sean evidentes, son detalles y porcentajes de fiabilidad que irán en ese informe que el gobierno local ha encargado para, si es necesario, llevar a cabo las acciones oportunas para la protección de posibles restos arqueológicos.

Dependiendo del estado del subsuelo y de lo que el equipo de georradar encuentre cuando lance sus ondas en busca de información, la prospección puede llegar a una profundidad media de 3 metros. Habrá que esperar para conocer qué resultados dan estos trabajos.