Con toda esta “marejada” del llamado pin parental que el partido de extrema derecha, VOX, quiere imponer en el contenido de la Educación Pública, me ha venido a la memoria un hecho abominable ocurrido en nuestra población hace unos cincuenta años, allá por los años 70 del siglo pasado.

He rememorado el hecho por la expresión usada por algún que otro dirigente de ese partido que hace referencia al adoctrinamiento  de los niños en nuestras aulas. Ese adoctrinamiento viene a ser una indicación a la educación sexual y de igualdad que, afortunadamente, se da en nuestras escuelas y con las que la extrema derecha no está nada de acuerdo.

“Saquen sus manos de nuestras familias…”, dijo hace unos días un altísimo político aludiendo al pin parental. 

Como he dicho anteriormente, sobre los años 70, los padres tuvieron que aguantar la salida rauda y cobarde del director, cura salesiano, protegido por la autoridad local por haber manoseado a no se sabe cuántos niños. Se aconsejó (o ¿amenazó?) a los padres que no llevaran a cabo ninguna denuncia en el juzgado.  El individuo se fue de rositas. Se solucionó con un traslado del susodicho personaje. El silencio se impuso.

¿Saquen sus manos de nuestras familias? Es sólo un recuerdo, síntoma de que me estoy haciendo mayor y afloran historias escondidas. 

Antonio Franco García