La vida sigue (por Antonio Franco García)
Tras la investidura y la formación del nuevo Gobierno de España la vida sigue. En realidad nunca se había parado. La gente va a lo suyo, que no es poco. Los gritos y proclamas apocalípticas de la extrema derecha no quitan el sueñoa la inmensa mayoría de los españoles. A estos jaleadores se les une algún que otro cargo de la Iglesia Católica, que invita a plegarias al Pueblo de Dios para salvarse de las hordas rojas que ha conseguido el Gobierno. Creo que lo que realmente preocupa a ciertos obispos es si al final la Iglesia tendrá que pagar el IBI de sus inmuebles como cualquier ciudadano y como cualquier empresa y entidad. Medida, por cierto, que no está incluida en el listado de nuevos ingresos. ¡Ni que Dios fuera patrimonio de esos obispos!
Pero la gente va a lo suyo, que no es poco.
Al nuevo Gobierno hay que pedirle, no solo gestos, también medidas que vayan a mejorar la vida de la Comunidad. Conocedores de que tendrá que cumplir los requisitos económicos de la Unión Europea (que para eso somos socios), tendrá que adoptar una serie de mejoras que forman parte del pacto de gobierno suscrito. La subida del Salario Mínimo Interprofesional, la adecuación de las pensiones al IPC, la eliminación de la Reforma Laboral… son temas que afectan a “la fibra económica” del bolsillo de la ciudadanía. Cualquier mejora será bien acogida.
Otras medidas no necesitan de un esfuerzo económico. La eliminación de la Ley Mordaza debe ser algo prioritario, entre otras razones porque su aprobación no era necesaria según los informes policiales de la época en que se aprobó por parte del PP.
A los votantes de izquierda habrá que pedirles paciencia y sosiego. Aunque puedan parecer insuficientes las medidas que se adopten, siempre será mejor que aplicar las medidas de la derecha. Creo que es fundamental que los partidos que forman el Gobierno sean leales entre sí y agoten la legislatura. Si no se cumple esta premisa, gobernará la derecha con el apoyo de la extrema derecha durante los próximos años. Entonces vendrán las lamentaciones.
Salud.
Antonio Franco García

































Manuel | Domingo, 19 de Enero de 2020 a las 18:20:22 horas
"Cuando un político dice que acabará con la pobreza, se refiere a la SUYA". Esta frase atribuida a Paulo Coelho resume, en muchos caso hasta donde ha llegado la política.
Aí tenemos muchos ejemplos, salvo honrosas excepciones, en los que arribistas sin escrúpulos han llegado a la política para enriquecerse con el discurso de "salvar a los trabajadores".
El caso más llamativo ha sido el de Pablo Iglesias que de vivir en un pìso de Vallecas pasó a vivir en un chalet en una de las zonas mas exclusivas de la Comunidad de Madrid, y no es el único. Aunque sigue vistiendo igual, me imagino que para disimular.
Los hay en la izquierda pero también en la derecha. Gente que no han trabajado en ninguna empresa, pública o privada, y van usando eso que han denominado "las puertas giratorias". Si se miran los curriculums de muchos de ellos su único trabajo ha sido la política. Lo de las oposiciones y entrevistas queda para los "pringaos trabajadores".
Por cierto Antonio criticar a la Iglesia Católica está bien pero hay que decirlo todo. Cuando hay alguien que necesita no va a la calle Blas Infante sino a Cáritas, institución de la Iglesia, que con el apoyo de hermandades y asociaciones se dedica a ayudar a quién lo necesita sin distinción alguna por su condición social.
Espero que este gobierno lo haga también que no sea necesaria la presencia de Cáritas. Quizás entonces la Iglesia pueda paga el IBI que tanto te preocupa.
Salud y Libertad
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