Quantcast
Redacción 3
Sábado, 28 de Diciembre de 2019

"Defendamos a los hablantes de Klingon"

por Balsa Cirrito

[Img #127360]El Consejo de Europa ha dicho recientemente que España no protege lo suficiente a sus lenguas minoritarias. La verdad es que se trata de una noticia que me alegra mucho. Bueno, es que me alegra tanto que casi no puedo respirar de la emoción. ¿Por qué? Pues verán, durante estos últimos años había llegado a pensar que los españoles nos habíamos convertido en gilipollas, y lo pensaba como una desagradable característica nacional y exclusiva. Ahora tengo el consuelo de comprobar que la epidemia de gilipollez no es un asunto exclusivo de España, sino que se extiende con alegría por el resto de Occidente.

           

¿Qué España no protege a las lenguas minoritarias? Pues, caramba, ¿más todavía quieren? ¿Cuál de los grandes estados de Europa tiene tantas lenguas pequeñas sin haberlas machacado como han hecho en otros países? Honradamente, considero que el asunto de las lenguas es de los más estúpidos en un mundo en el que la estupidez parece haberse apoderado de las mentes y de las ideas como el moho del hierro, la carcoma de la madera y Tele 5 de la televisión.

           

Vayamos con ejemplos.

 

El año pasado pasé una semana en Vitoria, capital de Álava. Creo que no escuché hablar euskera sino una o dos veces (algo absolutamente lógico si tenemos en cuenta que el euskera desapareció en Álava en fechas tan lejanas como el siglo XV). Sin embargo, los letreros estaban en todas partes primero en vascuence y después, como una graciosa concesión, en castellano.

           

Otra. Hace tres o cuatro años. También pasé allí una semana. En Valencia capital. Paseando por las calles se escuchaba muchísimo más  el castellano que el valenciá. Sin embargo, todos los letreros oficiales se encontraban exclusivamente en valenciano.

           

Una más. En Asturias, comunidad emblemática de las Españas, el francés se ha suprimido de los institutos para dar cabida a la enseñanza del indispensable idioma bable, y perdón por el pareado; lengua, el bable, como sabemos, fundamental para andar por el mundo.

           ç

Podría seguir, pero me detengo aquí. Párense un momento a pensar, porque a Kafka no se hubiera ocurrido más buena. ¿La gente habla una lengua pero los carteles y letreros oficiales están en otra? ¿Qué me he perdido? ¿Es algún juego de rol? ¿Soy el único que encuentra esto despatarrante?

           

Si digo la verdad, llevo mucho tiempo fingiendo. Las lenguas minoritarias (particularmente las de los territorios bilingües) se las puede llevar por mí el diablo que no voy a derramar una lágrima. Según una idea nacida en el siglo XVIII, y que parte por cierto del filólogo español Lorenzo Hervás y Panduro, cada idioma supone una cosmovisión, una perspectiva particular del mundo, por lo cual la pérdida de cada una resulta irreparable.  Pudiera ser, pero a mí me sabe a delirio pseudorromántico. Desde el inicio de la humanidad habrán desaparecido varios miles de idiomas, sin que por ello haya perecido la raza humana.

           

En fin, todo esto nos lleva al punto que yo quiero: Las lenguas son instrumentos. En sí no valen absolutamente nada. Un guionista de Star Trek se inventó el idioma Klingon y en el mundo existe la suficiente cantidad de chalados como para que tenga algunos cientos, tal vez miles de hablantes (en el traductor de Google podemos encontrar una herramienta para traducir Klingon). ¿Sufrirá algo el alma del planeta si el Klingon desapareciera o si no se hubiera inventado? Respuesta: no, joder, no. Las lenguas valen para entendernos, y su valor es directamente proporcional al número de sus hablantes. Y para no parecer demasiado patrióticos, pongamos un ejemplo de fuera de España.

          

Vámonos a Irlanda. En Irlanda todo el mundo habla inglés. Sin embargo, en el oeste del país queda algún resto minúsculo de hablantes del gaélico. Es un idioma relativamente autóctono sin ningún valor práctico, cuya utilidad parece nula, sobre todo si tenemos en cuenta que, como decimos, todo el país domina la lengua más internacional que existe: el inglés.

          

Sin embargo, para ser funcionario en Irlanda es preceptivo dominar el gaélico (¿les suena esto de algún lugar de España?), expediente que los gobiernos irlandeses utilizan para revitalizar el idioma. ¿Qué sentido tiene? Si los irlandeses hablaran gaélico y les obligaran a cambiar al inglés, sería una barbaridad, pero en realidad ocurre lo contrario, por lo que el deseo de dar nueva vida a un idioma casi muerto resulta completamente absurdo. Porque, ¿qué se gana haciendo que la gente hable gaélico y deje el inglés? ¿Qué avanzaríamos? ¿Para qué tanto esfuerzo sino para entronizar a los más cazurros?

           

Lean lo anterior en clave española. Los idiomas sirven para que la gente se entienda, sin embargo el mundo está lleno de botarates que usan las lenguas para todo lo contrario. Y lo peor es que la mayoría de quienes tales cosas pretenden se consideran a sí mismos progresistas, cuando resulta evidente que se trata de todo lo contrario. Tampoco me espanto. Lo que me espanta es el Consejo de Europa.

          

En fin, para decirlo en klingon: ghob'e' tay'moHta'DI' Hol. Y además: DIS chu' DatIvjaj. Ahí queda eso.

Comentarios (3) Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.10

  • Manuel

    Manuel | Martes, 31 de Diciembre de 2019 a las 16:53:38 horas

    Ponce le estás dando la razón a Cirrito: Los idiomas son instrumentos para comunicarse, sirven para entenderse. También como instrumento político, como está sucediendo en España.
    ¿Alguien echa de menos no hablar árabe, idioma que se habló en casi toda España durante siglos y especialmente en Andalucía?

    Accede para responder

  • Rebelderota

    Rebelderota | Lunes, 30 de Diciembre de 2019 a las 18:18:05 horas

    Muy de acuerdo con el Sr Balsa pero añadiría más , toda insensatez respecto a estos idiomas que tenemos en España vienen ya desde 1978 de la famosa transición. Que se les dio una importancia que tienen y de ahí nos vienen toda la basura independentista y separatista apoyada en idiomas minoritarios. No estoy en contra de esas lenguas pero la estupidez de rotular e imponer en colegios sobre el castellano es claramente xenófobo y en algunas comunidades se utiliza como diferenciación de supremacismo. Y de ahí salen estupideces como lo último del PSOE en Leon que quiere separarse de CAstilla fomentando una diferencia que no existe. Volvemos a la Edad Media gracias a nuestros políticos empeñaos en los reinos de taifas y como no Andalucia no se libra como ese falso idioma inventado de Andalu que fomentan por Podemos y demás separatas andaluces . Es la estupidez elevada al cubo , cosa queno se arreglará hasta no se supriman por ejemplos las autonomías focos de esta insensatez.

    Accede para responder

  • Eu ponce

    Eu ponce | Sábado, 28 de Diciembre de 2019 a las 12:07:50 horas

    cirrito
    minority Hol HubtaHvIS rach nugh.
    net poQbej 1 pagh 2 Hol "yIt around qo'" Sovlu'chugh?

    Accede para responder

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.