La sentencia de los ERE (por Manuel García Mata)
Seiscientos ochenta millones de euros para las personas que sufren la lacra del paro, perdidos en juergas a base de drogas, alcohol y prostitución y en los bolsillos de gente aprovechada, sinvergüenza y deshonesta, con el denominador común del favor del gobierno socialista de la Junta de Andalucía; malversación y prevaricación: sentencia contundente.
Lo primero debe ser aceptar la misma. La opinión general, que comparto, coincide que se ha producido lo que debía de ser. La justicia ha actuado y, en este caso, respondiendo con equidad y proporcionalidad a los graves hechos juzgados.
Pasaré de puntillas a recordar que los ERE son para el PSOE, lo mismo que la GÜRTEL para el PP. Es inevitable recordar aquello de PSOE, PP… Después de esto ¿alguien entiende que el bipartidismo haya recuperado todo el protagonismo en este país? ¿A quién hay que agradecérselo?
Pues hasta aquí deberían llegar las semejanzas. A la hora en que nace este artículo, sólo el ministro Ábalos ha salido a ofrecer una interpretación por parte del gobierno. Su postura, para asombro de propios y extraños, la misma de Rajoy ante la sentencia de la GÜRTEL: “Esto no tiene nada que ver con el PSOE en la actualidad; esto es cosa de la Junta de Andalucía en el pasado”, sencillamente ver-gon-zo-so, con todas las letras. Pedro Sánchez debería haber salido de inmediato a reconocer la labor de la justicia, a asumir la sentencia y defenderla sean cuales sean sus consecuencias.
La trama de los ERE está íntimamente ligada con todos los hechos delictivos que se acumularon en la época de los gobiernos de Felipe González, mentor tanto de Chaves como de Griñán, promotores todos ellos del ascenso de Susana Díaz, a quien promocionaron para encabezar el partido frente al díscolo Pedro Sánchez, a quien no pudieron eliminar a pesar del golpe de “estado” de Ferraz.
Si algo no cuadra entre las dos sentencias reside en que Pedro Sánchez no tenía responsabilidad alguna cuando se produjeron los hechos, lo que no se puede decir de Mariano Rajoy, si bien el verdadero culpable del caso que afecta a los populares es ese señor que todavía nos sigue queriendo dar lecciones, Aznar. ¿Es suficiente para que Sánchez asuma responsabilidades? Objetivamente puede parecer que no, pero si no lo hace va a arrastrar siempre el sambenito. Lo que a partir de ahora ha de parecer inevitable es que su posición para negociar la formación de gobierno se le complica; por eso, la única manera de salir de esta difícil encrucijada pasa por conseguir el apoyo unánime de la militancia del partido socialista, a quienes debiera de plantearle la pregunta de la consulta como un plebiscito para romper la pesada cadena de aquella hornada corrupta, de los González, Guerra, etc., etc., que, además, no para de ponerle palos en las ruedas en el camino que quiere recorrer el PSOE en la actualidad. A la militancia socialista no le queda otra que romper con el pasado, dejando todo el lastre que arrastra fuera de juego y apoyar una verdadera renovación con Sánchez al frente. Esta guerra exige bajas y deberían estar en el bando de quienes, desde su cómoda tribuna, no hacen más que perjudicar al partido con sus chantajes y sus amenazas.
Presentarse ante otros partidos con quienes necesita pactar que, tras esto, tienen mucho que perder, no lo puede hacer sin una postura fuerte de apoyo militante. Además, algún guiño tendrá que ofrecer a la militancia de Unidas Podemos, que si en principio puede encontrar cierta oposición al acuerdo, menos puede ver con buenos ojos el apoyo a un partido tocado por una sentencia por corrupción tan escandalosa, y recuerde que también está convocada a refrendar con su voto.
Complicado lo tiene Pedro Sánchez y tiene que hilar muy fino para salir indemne de esta: imprescindible demostrar su coherencia y manifestarse como un líder en quien confiar.
España necesita urgentemente un gobierno y cada vez parece más complicado conseguirlo.
Manuel García Mata

































Lo Justo | Domingo, 24 de Noviembre de 2019 a las 17:50:46 horas
Cuando yo crecía, nos contaban historias de gente cuyos inventos y descubrimientos históricos mejoraban la vida de millón de paisanos. Hoy, a los jóvenes se les enseña a admirar a los que se indignan, denuncian y demandan. En fin, cual es la diferencia entre el “Bi-partidismo” y los bloques de “Izquierda-derecha”? Eso no es “Bi-ideologismo”? Añadamos que se auto-imponen ser cautivos de los votos de los diputados de “partidos de “auto-determinación Nacionalistas”…de que estamos hablando?
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