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Sábado, 23 de Abril de 2011

El Santo Entierro arriesgó y pudo hacer su estación de penitencia

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A diferencia de la Hermandad de la Veracruz, la del Santo Entierro de Cristo y Soledad de María Santísima tomó la decisión de salir a la calle en la noche del Viernes Santo y realizar su estación de penitencia basándose en el último parte meteorológico que había rebajado en un buen porcentaje las posibilidades de lluvia durante el itinerario.

Pasadas las ocho de la tarde, la Cruz de Guía atravesaba el dintel de la puerta de la parroquia de Nuestra Señora de la O para dar paso al cortejo de una hermandad que este año, a pesar de las malas condiciones meteorológicas, no quiso quedarse en capilla. Tampoco los roteños quisieron dejarla sola y en esta ocasión, el Santo Entierro iniciaba su recorrido más acompañado que de costumbre ya que la coincidencia habitual con la Hermandad de la Veracruz en la calle hace que el público se divida. Sin embargo, anoche, roteños y turistas se concentraron en la plaza Bartolomé Pérez y alrededores con ganas de ver una salida procesional, la primera tras la interrupción de Los Dolores durante la tarde del Jueves Santo, el vacío de la Madrugá sin el Nazareno y un Viernes Santo a medias sin la Veracruz.

[Img #6491]Acompañado por un cortejo compuesto por algo más de 230 hermanos en el que se mezclaban mujeres de mantilla, varios niños con  la cara descubierta y representantes de todas las hermandades que procesionan a lo largo de la Semana Santa roteña, llegaba el Cristo Yacente sobre un colchón forrado de raso que estrenaba para la ocasión. También este año, el paso, escoltado como es habitual por dos guardias civiles y acompañado de capilla musical, lucía un exorno floral distinto con claveles morados y  rosas rojas en sus esquinas.

Tras él, Soledad de María Santísima le seguía vistiendo saya negra bordada y estrenando un manto de terciopelo negro provisional mientras se restaura el bordado que lleva habitualmente. En su pecho, una cruz pectoral donada este año por la familia Izquierdo González, dos broches, y una cruz de la Orden de San Hermenegildo, lucían sobre un tocado realizado con la antigua sábana con la que procesionaba el Cristo en el siglo XIX dentro de la urna. El paso, que representa a María sola delante de la cruz, incluía este año como novedad dentro del exorno floral, un monte calvario a los pies de la cruz con una caravela representando a la muerte sobre la muerte. La Virgen, además, estrenaba el pañuelo de encajes de bolillos que llevaba en su mano.

Un año más, la Banda Municipal Gastoreña acompañaba a la dolorosa en esta ocasión, con cambios en el recorrido en el que se retomaban calles como San Rafael o Ramón de Carranza dejando de un lado la plaza de San Roque aunque sin duda, uno de los lugares en el que es digno de ver el paso de esta hermandad, es el Arco de la Villa donde las dos cuadrillas de costaleros, sobre todo la de la Soledad, tiene que hacer un cuidadoso trabajo para pasar por la estrechez del lugar que se saldó con el aplauso del público qie esperaba en plaza de España.
 
El Santo Entierro de Cristo logró concluir su estación de penitencia y encaró la recta final de
 la Semana de Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo que concluirá el domingo con la salida del Resucitado.

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