El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande Marlaska, que visitó ayer Rota en plena campaña electoral, fue recibido con una sonora pitada por miembros de JUSAPOL, el sindicato de policías nacionales y guardias civiles que llevan años pidiendo al Gobierno central la equiparación salarial con las policías autonómicas de otros territorios.

La indignación contra el actual ministro en funciones, y candidato número uno por Cádiz al Congreso de los Diputados de manos del PSOE, es notable, ya que como ayer manifestaban a los medios desde el sindicato, llevan 40 años esperando esa justa equiparación salarial. Es más, el acuerdo al que se llegó con el anterior ministro del Interior del PP, Juan Ignacio Zoido "este señor ha llegado  para meterlo en un cajón porque al parecer no le gustaba". Lo que piden los policías y guardias civiles es que su sueldo se equipare a lo que gana un Ertzaintza o los Mossos d'Esquadra, es decir, la policía vasca y catalana que ganan mucho más que los agentes nacionales o los de la benemérita.

Esta reivindicación no es nueva, ya lo han puesto encima de la mesa con el PP y con el PSOE en el gobierno pero en ambos casos, decía Manuel Bejarano, que actuaba ayer de portavoz, "se lo pasan por el forro de sus caprichos", lamentando que los políticos no sean ni serios ni responsables a la hora de asumir acuerdos y al final, no cumplirlos.

Aunque han ido poco a poco con esta reivindicación, ven que el camino es demasiado lento, llevan más de 40 años pidiendo algo que creen justo y por ello, ayer, aprovechando la presencia de Marlaska el recibimiento fue una pitada que se repitió a lo largo de la intervención como señal de protesta y hartazgo ante la situación.

Lamentaron los miembros de JUSAPOL que este ministro ni siquiera se acercara, al menos Zoido, recordaron, cuando estuvo en la inauguración de la sede del PP, los atendió.