Tuve noticias del conflicto de las "agustinas" por primera vez acompañando a mis compañeras y compañeros pensionistas, que concluían su Marcha de Rota a Madrid el 15 de Octubre, realizando su último esfuerzo desde Matadero a la Puerta del Sol. Empujando la silla de ruedas que necesitó mi mujer para aquella ocasión, compartimos camino con un joven militar que llevaba a su padre en el mismo transporte que yo a mi señora. Entre los temas que, en las aproximadamente dos horas que compartimos surgieron en la conversación, apareció el conflicto de las "agustinas", totalmente desconocido para mí. Movido por el interés de profundizar en ello me fui empapando de esta problemática, que, salvando las distancias, me recordó al conflicto del colectivo de trabajadoras y trabajadores del aeropuerto de la Base Naval de Rota, donde la contrata americana de la empresa Louis Berger, comete sus tropelías contra estas personas.

Esta es cronológicamente la secuencia de los hechos: Lo primero que descubrí fue que era un colectivo de trabajadoras, empleadas por Dulcinea Nutrición, empresa adjudicataria de los servicios de comedor de cuarteles militares del Campo de Gibraltar y de San Fernando, que llevaban entonces, a primeros de octubre, tres meses sin cobrar. La empresa no permite a las trabajadoras acceder a sus puestos de trabajo, por lo que estas deciden plantear acciones para exigir a las autoridades correspondientes respuestas sobre su situación laboral.

El 24 de Septiembre realizaron una manifestación en el Mercadillo de Algeciras para dar visibilidad al conflicto, anunciando que buscarían la mediación de la ministra de Defensa, Margarita Robles, pidiendo su intervención ante la ausencia absoluta de respuestas por parte de Dulcinea.

El 4 de Octubre medios de comunicación de la provincia informan que Teresa Rodríguez, portavoz de Adelante Andalucía en el Parlamento andaluz, les ha entregado los 8.640 € de dietas, recibidos durante su permiso de maternidad, que PSOE, PP, C´s y VOX, no le han permitido devolver a las arcas públicas, para ayudar a paliar "la lamentable y dolorosa situación que están atravesando las empleadas y sus familias, a causa de los repetidos retrasos en el abono de sus nóminas", utilizando palabras de María Dolores Rodríguez, delegada de CGT en la empresa, sindicato que está mostrando su compromiso con las trabajadoras.

El 15 de Octubre fue la manifestación en Sevilla frente a la Delegación de Gobierno. De la ministra les espera una nueva decepción, pues Margarita Robles les dice que poco puede hacer.

Del sindicato CGT nos llega la información de que los mandos militares han prohibido el acceso a los puestos de trabajo a Dulcinea Nutrición, por las deudas que esta empresa tiene con la Seguridad Social. CGT había denunciado a la empresa ante la Inspección de Trabajo por falta de material adecuado, bajas sin cubrir, ausencia de control horario, falta de entrega de contratos y nóminas, que son algunos de los continuos incumplimientos de la empresa. Este sindicato plantea denunciar a Dulcinea Nutrición por apropiación indebida tras conocerse que ha recibido por parte de Defensa los pagos correspondiente y no abonar las nóminas. Por boca de su representante, María Dolores Rodríguez, pide a las autoridades que la empresa efectúe el abono de los salarios y respete la normativa vigente y a las trabajadoras.

El 25 de Octubre en el Encuentro con Colectivos que realizó Unidas-Podemos en el Club Nazareth de Jerez de la Frontera, con presencia de Pablo Iglesias, Teresa Rodríguez y las primeras personas de la candidatura de la formación política para el Congreso por Cádiz, con más de mil personas presentes, Mary Loly Rodríguez, nos informó con toda la claridad, con toda la responsabilidad de su cargo de delegada de las "agustinas", y con la emoción de sentirse arropada, de la situación que padecen estas heroínas. Llegándonos a las personas presentes el dramatismo de esta problemática, recibiendo a cambio todo el apoyo solidario, que cualquier persona con un mínimo de humanidad les daría, de parte de todas las que estábamos allí.

Donde las empresas, en casos como este o como el de Rota, bordean o se saltan la legalidad, cuando las autoridades no quieren implicarse, mostrando la empatía que se gastan, que no es ninguna, la lucha de estos colectivos tiene que sentir el aliento de la gente, agradeciendo también a sindicatos comprometidos, como CGT en este caso de las "agustinas", o los grupos políticos que apuestan por las personas y los colectivos que peor lo pasan, su implicación y su alineamiento con quienes realmente lo necesitan.

Que las "agustinas", ni nadie que luche por una causa justa, se sientan solas. Repetimos: Hoy por ti, mañana por mí.

Manuel García Mata