Tal y como apuntaban las previsiones meteorológicas que manejaba la hermandad, Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas y María Santísima de la Caridad acompañada de San Juan Evangelista, pudieron realizar su estación de penitencia con total normalidad gracias a que la lluvia no hizo acto de presencia en una Semana Santa en la que el tiempo mantiene en vilo a los hermanos cofrades que sacan sus titulares a la calle.

La de anoche fue una salida procesional importante para la Hermandad de la Salud cuyo Cristo cumplía 50 años procesionando por las calles de Rota. Con tal motivo, bajo la iamgen, se colocó el plano del cortejo que en 1961 acompañó a Nuestro Padre Jesús durante su estación de penitencia. Una forma de recordar ese 50 aniversario de la segunda hermandad más joven de la Semana Mayor roteña.

Ayer, sin temor a la lluvia, a las ocho y media de la tarde se abrían las puertas de la capilla de la Caridad por primera vez en esta Semana Santa para dejar paso a la cofradía que llenó la noche del Miércoles Santo.  Jesús de la Salud procesionaba sobre una cuadrilla de 30 costaleros que con recogimiento y mucho entusiasmo, seguían las órdenes de Joaquín Bandarra Martínez que ayer cumplía sus bodas de plata como capataz al frente de la cuadrilla. A golpe de llamador y al son de la capilla musical que le acompaña durante todo el recorrido, los roteños esperaron con riguroso respeto el paso de Jesús de la Salud que en esta ocasión, pisaba un monte abrupto con flores silvestres. En el cortejo le seguía su Madre, María Santísima de la Caridad y San Juan Evangelista que bajo palio, el mismo que estrenó en su salida extraordinaria de agosto de 2010 con motivo del 50 aniversario de la hermandad, fue llevada por una cuadrilla de 30 costaleros a las órdenes de José María Ruiz Castellano. La Caridad estrenaba para la ocasión la blonda, donada por una hermana, y vestía saya y manto azul bordado en un paso adornado por astromelias blancas. Las marchas fúnebres interpretadas por la Banda Municipal de Los Palacios "Enrique Guerrero", el hábito negro de los hermanos que los acompañaron y el silencio y respeto que se respiraba en las calles, dieron paso a la conmemoración de la jornada de luto que se vive cada Miércoles Santo en la Villa roteña.

A pesar de que fueron muchos los ciudadanos que no quisieron dejar solo a Jesús de la Salud y María Santísima de la Caridad durante su recorrido, es destacable la menor afluencia de gente que hubo durante el recorrido motivado por coincidir esta salida procesional con la final de la Copa del Rey que ayer disputaban Real Madrid y Barcelona. De hecho, fue cuando el partido de fútbol concluyó, en torno a las doce de la noche, cuando las calles por las que todavía tenía que pasar la hermandad comenzaron a estar más concurrida de lo habitual siendo la recogida de los dos pasos en la capilla de la Caridad, el punto más seguido por los roteños. Fue inevitable que el fútbol arrastrara a gran parte de la ciudadanía.