Los corraleros de Rota y la Policía están pendientes en la localidad de pescadores furtivos que se adentran en Los Corrales para capturar holoturias, una especie marina protegida más conocida como "pepino marino" o "carajo de mar",  que realiza una labor imprescindible en la depuración de los ecosistemas marinos pero que se han convertido en un manjar en el mercado asiático. De hecho, se paga una alta cifra por un kilo de esta especie.

Según el presidente de la Asociación de  Corraleros y Pescadores a Pie “Corrales de Rota”, David Campos, en el Monumento Natural roteño ya se ha visto en alguna ocasión a pescadores furtivos a los que se les ha llamado la atención por esta práctica prohibida y concretamente esta semana, en la noche del domingo y del lunes, se sorprendieron a varios individuos -tres el domingo y dos de ellos el lunes-, que intentaban marcharse con una captura importante de esta especie de mar. En el mismo momento se les obligó a devolverlos a su hábitat natural.

La Policía advierte que es una especie protegida y que su captura conlleva sanción administrativa por parte de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, por lo que esta práctica está prohibida y por tanto, vigilada y sancionada.

En las dos pasadas noches, gracias a la colaboración ciudadana, a la Policía Local y Nacional y a los propios corraleros que están muy pendientes, ya que la desaparición de los "pepinos marinos" traería graves consecuencias para  el ecosistema marino, se pudo evitar que los furtivos se llevaran estos ejemplares, pero como no descartan que se vuelva a repetir, están vigilantes. 

Según los corraleros, la  regeneración de la holoturia es lenta y dados su beneficios para la limpieza del fondo del mar, ya que se alimenta de fango, grava, de una ceba que es muy dañina, etc., es fundamental su presencia en el monumento natural de Los Corrales, cuestión por la que es necesaria la vigilancia de furtivos. 

La Asociación de Corraleros y Pescadores a Pie "Corrales de Rota" han querido dar las gracias a los ciudadanos que alertan de quienes llevan a cabo estas prácticas prohibida, y a la Policía Local y Policía Nacional por su actuación ya que en realidad es a la Guardia Civil a quien toca intervenir en este tipo de casos,  pero la ausencia de patrulla nocturna en la localidad, lo hace inviable.