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Redacción 2
Lunes, 28 de Octubre de 2019

Big Little Lies (por Manuel García Mata)

Las series de televisión han entrado en nuestras vidas y, mientras la industria del ocio no disponga de otra alternativa más rentable, seguirá en ellas. Nadie podía esperar que de aquellas interminables series de los 70, muchas de ellas de medio año de duración, que había de esperar con puntualidad ritual semana tras semana, pasáramos a esta vorágine de producciones prácticamente a la carta que hoy nos mantienen fidelizad´s a medio mundo occidental, o quizás más.

 

Si la tecnología ha transformado en profundidad nuestras vidas, tanto o más lo hace la industria del ocio. No nos perderemos en buscar qué razones han movido a quienes deciden todas estas cosas, que sería entrar en largas discusiones sociológicas, y procuremos presentar el fenómeno en líneas muy generales. No cabe discusión exponer que la evolución de las series de televisión han marcado de forma determinante el enfoque con el que las productoras de las mismas se asoman a su realización. Si quizá lo único que se haya podido mantener sea el nivel de los textos en que ensamblar los guiones, ni la selección de actores y actrices, antes quedaban para gente que se iniciaba en el duro camino hacia la fama, quienes se habían quedado a medio nivel o quienes venían de vuelta, olvidad´s ya de las grandes cabeceras del cine o del teatro, hoy los repartos, diremos “castings” que cuanto más anglicismos mejor, echan mano de la flor y nata de la élite cinematográfica, compitiendo y, en muchas ocasiones, superando la oferta del hermano mayor, ni la elección de escenarios, medios técnicos, gastos en producción, campañas publicitarias de difusión, etc, pueden envidiar en nada a las obras de la pantalla grande.

 

Buscar ejemplos que ratifiquen lo expuesto no costaría lo más mínimo, ni tampoco comparar los rendimientos económicos, claros determinantes del interés de la industria; para no alejarnos mucho de la actualidad, el recuerdo de “Breaking Bad”, “Juego de Tronos”, “The Walking Dead”, “Black Mirror”, “Vikingos”, “Orange is the New Black”, “El Cuento de la Criada” , “Stranger Things”, “West World”, por citar algunas de máxima aceptación, nos muestra la evidencia.

 

Con estas premisas y con la nutrida oferta de productos y plataformas para ver, dónde, cómo y cuándo, fácil sería equivocarse a la hora de seleccionar, si no tenemos un referente de confianza, antes de tomar partido.

 

Sin pretender en absoluto presentar este texto como un ejercicio de promoción publicitaria, entre las últimas obras que han alcanzado gran éxito entre el público cabe destacar “Big Little Lies”.

 

Esta obra ha venido a aportar en este mundo tan difícil de sorprender una frescura inédita que ha provocado una acogida de lo más calurosa entre quienes han apostado por ella. Una serie aparentemente sencilla que pronto se convirtió en un fenómeno mediático, le ha sido reconocido su valor con el Emmy a la mejor miniserie en 2018, que no es mala garantía.

 

La serie se desarrolla en Monterrey (California), de un grupo de personas, la mayor parte de ellas pertenecientes a una clase social acomodada, que disfrutan de una casas de ensueño, en las que se desarrollan unas vidas aparentemente superficiales como mujeres ricas, que van a ir descubriendo un mundo mucho más profundo, donde la rivalidad social, aderezada de las propias fobias personales, va a ir evolucionando a un fortalecimiento de la amistad como respuesta y en el que aparecen una serie de problemas muy serios, que se descubren en un desarrollo lógico de lo que se espera en este tipo de clase social trama, y que nos podrían parecer como frecuentes en situación es como estas. La educación de las criaturas, los problemas de pareja, la infidelidad, la violencia machista, tanto conyugal como en relaciones normales que se convierten en violaciones, y las terribles consecuencias que se derivan, dejando marcadas a las víctimas, son temas estrella del argumento, sin olvidar el juicio fácil de una sociedad que califica, o mejor dicho descalifica, con una ligereza de lo más gratuita. No se olvidan los clichés, las críticas banales, los cotilleos y los malos rollos, que también aparecen. Todo para converger en un reforzamiento de la solidaridad femenina en una trama muy bien construida. A todo ello hay que añadir un elenco protagonista con actrices de talla sobresaliente que bordan sus papeles, donde Nicole Kidman, Reese Witherspoon, Shailene Woodley, Laura Dern, Zoe Kravitz y Merryl Streep, sobresalen sobre un casting muy acertado. En un entorno perfecto, muy cuidado y acorde con la narrativa, se salpican diálogos inteligentes y un amplio ejercicio de lenguaje plástico como expresión de sentimientos que quedan explícitos, que adornan una delicia de historia, muy seria y muy creíble. Si se tiene oportunidad, para amantes del género, material absolutamente recomendable. ¡Que lo disfruten!

 

Manuel García Mata

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  • Manolo A

    Manolo A | Viernes, 01 de Noviembre de 2019 a las 11:25:28 horas

    Yo la he visto en HBO, pero sé que la estaba poniendo Antena 3. Siento no poder más información.

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  • Hermano Lobo

    Hermano Lobo | Martes, 29 de Octubre de 2019 a las 14:34:52 horas

    ¿Qué días la emiten, y cual es la emisora?

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