Partamos de que no nos cuesta asumir que el sistema, el poder, quienes mueven los “hilitos” a las marionetas, han conseguido anestesiar de manera contundente los efectos renovadores que traemos los agentes de la nueva política. El tema es que, otra vez, el sistema, el Gran Hermano, le tuerce el brazo a la voluntad popular para que haga lo que a este realmente le interesa. No teman, no voy a hablar del embrollo de la formación de gobierno, al menos hoy. Si primero mandaron a sus acólitos contra PODEMOS, ahora es otro el objetivo. CIUDADANOS empieza a estar amortizado y ahora lo que toca es extender la sombra del desprestigio contra la formación naranja.

Sería muy cándido poner en duda que la irrupción de C´s estuvo propiciada por los poderes que se exhiben en el IBEX-35. La imagen de una nueva política no se podía permitir que fuera de exclusividad progresista, máxime cuando esta nueva fuerza venía a cuestionar el modo de proceder acostumbrado en el juego político de nuestro país. Es indudable que la salida a la palestra de CIUDADANOS venía a cubrir un hueco en la escena política nacional y que aportaba la frescura de un partido liberal moderno que tanta falta nos hacía en España, en donde, desde la llegada del nuevo régimen, cuarenta años atrás, campeaban a sus anchas las dos patas del bipartidismo, en sus diferentes versiones. La lógica de la tan esperada regeneración prometía una superación del bipartidismo, y que el protagonismo lo iban a asumir las dos nuevas fuerzas, PODEMOS y CIUDADANOS, con el aval de que ofrecían una nueva ilusión que permitiera que el pueblo español dejasen a PP y a PSOE, en el lugar que se merecían, tras haber arruinado la confianza que en ambas formaciones se depositó a base de sentirse cómodos instalados en el enorme pozo de corrupción sistémica, que escandalizaba a propios y a extraños.

Pero una cosa es la lógica y otra la voluntad del Gran Hermano. Al poder nunca le vino mal la alternancia del viejo bipartidismo, PP-PSOE, y para qué necesitaba experimentar.

Nadie puede entender sin la intervención de las fuerzas oscuras, las mismas que impiden que PODEMOS llegue al gobierno, que gente llegada con tanta ilusión, se encuentren perdidos dando bandazos, si no hay alguien que les empuje. La tremenda campaña desatada desde los medios de comunicación contra el partido de Albert Rivera se manifiesta tan descarada que a nadie con un mínimo de atención se le escapa. Haga lo que haga CIUDADANOS se le buscan las vueltas. La oposición a integrarse en la coalición España Suma con PP y VOX, aceptando la subordinación a los populares, y sobre todo haber tenido la osadía de querer ocupar el primer puesto de la derecha española les ha puesto en el ojo del huracán. La presión llega a tal intensidad que incluso cuando C´s han demostrado que están contra la corrupción, que siguen defendiendo una política limpia, sumándose a la iniciativa de PODEMOS, +Madrid y PSOE en la Comunidad de Madrid, que esclarezca la vergonzosa actuación de Aval Madrid y la implicación de la Presidenta Ayuso, les ha faltado tiempo a la legión de tertulianos de todas las tendencias para arremeter contra ellos y tacharles de desleales y traidores.

Por lo que se está viendo que el sueño se está terminando, que si C´s no acepta ocupar el papel que se le exige va camino de convertirse en una fuerza testimonial, ya se ven los efectos de estos manejos en las encuestas, como a cualquiera que no cumpla lo que el poder espera. El lugar marcado por el destino para CIUDADANOS es el servir de bisagra. Que les guste o no, a nadie le importa; o cumplen o no tienen futuro. La insistencia de Pedro Sánchez en buscar su abstención lo explica claramente.

Jugamos con cartas marcadas y el resultado de la partida ha de ser el previsto.

Manuel García Mata