La nueva legislatura ha traído a Rota otros aires, aires difíciles remedando a nuestra genial escritora, Almudena Grandes, si bien el relato que aquí se presenta nada tiene que ver con la excepcional prosa de la mejor escritora del país, a años luz del resto. Aquí lo que incluye la trama supone un cambio radical con la placidez, el prudente discurrir, el diálogo sensato y la buena voluntad por parte de las fuerzas políticas del anterior arco plenario.

Siguiendo las citas homenaje, en este caso al genio carnavalesco desaparecido, don Juan Carlos Aragón Becerra, en una de sus inolvidables chirigotas, Kadi City, “las cosas han cambiado”. Lo han hecho y para peor. Quizá no se haya digerido todavía la aplastante victoria socialista que ha dejado sin apenas protagonismo al resto de grupos, que andan buscando su sitio y para alguno de ellos es una auténtica aventura. A esto podríamos añadir la interpretación que hace el señor secretario del ayuntamiento de la normativa vigente, tan distinta del anterior, que limita de forma muy significativa la actuación de las fuerzas opositoras.

Del PSOE, quizás por ese respaldo mayoritario, se pueda decir que se les ve más sensatos, más capaces de escuchar; si bien no dejan pasar ocasión para responder con contundencia ante las andanadas opositoras. Mucho mejor que los charcos que pisaban los cuatro años anteriores. Del PP, indudablemente echo en falta a mi amigo Paco Machuca, aunque la savia nueva, hasta ahora al menos, dan indicios de ir por el camino correcto. Otra cosa es que el desplazamiento de Óscar por Auxiliadora agregue un punto más de acidez a la contienda política. De IU, valorar el giro positivo que ha significado la llegada de Pedro Pablo, aunque sea inevitable tener que cargar con el lastre de la colaboración con el PSOE en el pasado. De VOX, lo que se podía esperar, provocación, agresividad innecesaria y el argumentario conocido, repitiendo lo que desde Madrid se le dice a los correligionarios: inevitable la confrontación. De C´s, tampoco se puede atisbar más que cierto seguidismo de las políticas de Rivera, como es lógico, pero con un afán desesperado de protagonismo en los asuntos del pueblo y su ánimo de hacerse notar sacando a la prensa hasta sus propios errores, como es evidente en el ejemplo de la piscina. De PODEMOS, no sirve ya con su posición anterior en Sí Se Puede, como el último reducto de la oposición progresista al poder, porque hoy IU compite en el mismo ámbito. Les es imprescindible revitalizar su postura, ponerse las pilas y mostrase más consistentes; al menos agradecerles que no hagan lo que el resto con esa excesiva sobrexposición en los medios a que nos tienen acostumbrados los demás.

Y para quienes rajan en los medios de las actitudes de los socialistas, últimamente con los presupuestos: el pueblo les ha otorgado la mayoría absoluta y, aunque no me haga ni pizca de gracia, tienen todo el derecho a gobernar como estimen conveniente.

Democracia. Esto es lo que hay.