En esta sección se ofrecerán fragmentos del libro escrito por el roteño Prudente Arjona, titulado "Historias populares de la villa de Rota", que como su propio nombre indica, refleja buena parte de la historia local.  Aunque el libro está a la venta en papelerías del municipio, el afán del autor nunca fue lucrarse con ello, por eso, permite a Rotaaldia.com compartir algunos de sus capítulos para que el gran público tenga conocimientos de una parte pasada de la villa.

Os dejamos con el capítulo.

Situada dentro del recinto de la Villa, limitada por la de San Clemente y la plaza de España, es de las primitivas calles de Rota, y a ella afluye, por sus números impares, la calle O´Donnell.

Hay datos de ella desde 1526, aunque sin rotulación alguna. Donde ya se concreta más es en 1584 que aparece con el nombre de Misericordia. En ella se construyó una ermita de regular tamaño que duró hasta la exclaustración y que estaba a cargo de monjas Comendadoras del Espíritu Santo y erigida en honor del mártir San Sebastián.

Adosado a la ermita se fundó en 1673 el Hospital de la Misericordia, primero establecido en nuestro pueblo.Ocupó un solar que existía en lo que hoy es casa número 8 de dicha calle y hacía esquina o ángulo en la misma.

Su primer capellán conocido fue don Bartolomé Puyana, sacerdote de vida ejemplar y caritativa, a quien posteriormente, el Cabildo municipal le dedicaría una calle cuyo apellido ostenta todavía.

Este hospital duraría, aunque como casa de socorro, hasta el año 1944, en que pasó al edificio del castillo, ya que en 1839, siendo alcalde don Antonio Neva Pérez de la Lastra, se convirtió el local de la ermita en Escuela pública, siendo su primer maestro don Francisco Márquez Arévalo.

Posteriormente, y a partir de 1951, el local del hospital y el de la ermita sufrieron diversas reformas, habiendo sido Biblioteca Municipal, Academia de Música, Oficina de Sindicatos, Colegio Libre Adoptado, Ayuntamiento provisional, Centro de la Sección Femenina y Escuela de Formación Profesional. En la actualidad acoge las oficinas municipales de Urbanismo.

Los dos edificios más notables de esta pequeña calle eran la ermita de San Sebastián, de la que se conserva el marco de la portada y la espadaña, y la casa señalada con el número 2, que fue de la familia de los Solinís, que vivieron en Rota y marcharon a residir en Cádiz, y que posteriormente fue conocida como casa de los Braques. A este respecto don Antonio Bernal Ruiz, presidente del Hospital de la Misericordia, decía en una cuarteta:

La iglesia San Sebastián /  y la casa de los Braques

son edificios famosos / que registran los anales.

Esta casa conserva aún su bonita portada, aunque muy deteriorada, con el escudo heráldico de los Solinís.

Hasta el año 1931 tuvo el nombre de calle de San Sebastián, y al proclamarse la II República se le puso el nombre de José Nakens, periodista y político republicano, fundador del periódico El Motín, fallecido en 1926.

En 1936 recibe el nombre de Alemania y en 1946 el de Doctor Gómez Ulla que hoy tiene, en homenaje al célebre y eminente cirujano militar don Mariano Gómez Ulla, si bien, a pesar de todos esos nombres siempre fue conocida por calle del Hospital y aún resuenan en los oídos de los mayores los sones de la campana de la ermita, hoy en la Torre de la Merced, cuando ocurría algún accidente, con cuyo toque se avisaba al médico para que acudiera a intervenir. Los móviles estaban aún a muchos años de inventarse.

A propósito de esto, el coro de los Pierrots, que salió en los carnavales de 1926, cantaba esta coplilla:

Una zarzuela canta / con una gracia juncal,

que hoy las ciencias adelantan / que es una barbaridad.

Lo que no adelanta nunca / es la asistencia formal

a los heridos que pasan / por nuestro nefasto hospital.

A poco tiempo, el alcalde don Rodrigo Puyana Moreno, conocido por Rodrigo Arcuña, renovó gran parte del instrumental clínico y adecentó la Sala de Curaciones.

Terminamos diciendo que en el local de la desaparecida capilla de San Sebastián, y siendo escuela pública, estrenó don Pedro Muñoz Seca a principios de siglo su obrita El Maestro Canillas, que después se llamó El contrabando y en cuyo estreno el propio autor hizo de protagonista en unión de Fernando Puente, Cayetano Varela, señorita Merello y otros amigos suyos de El Puerto de Santa María.