Entre tantas elecciones y la incertidumbre de posibles pactos ya han pasado cerca de dos meses y medio. Si alguien nos dijo que las nuevas elecciones, aquellas del 28 de Abril, eran imprescindibles para dar un impulso a este país, es seguro que nos tomaba el pelo, o mejor dicho se reía de la gente, y para ello no hay más que observar que aquella convocatoria urgente, que tan claro resultado nos deparó, no ha servido para que en España haya gobierno después de setenta días que ya es tiempo. El resultado es que el país sigue en stand by dependiendo del capricho de quienes tienen en su mano ponerlo en marcha. Nos quisieron convencer que era necesario que pasaran las elecciones locales, autonómicas y europeas, aunque lo que se pretendía, por lo visto, era reforzar la autoridad del partido ganador. En mi opinión es repugnante; estoy convencido de que el interés de la nación está por encima del de cualquier partido, pero aparenta que a nadie le preocupa en demasía.

Por lo que nos llega al común de la ciudadanía el problema radica en las distintas relaciones de poder entre PODEMOS y PSOE, dependiendo primero de las urnas, segundo de las encuestas y, por encima de todas, de la voluntad del poder económico que no ve con buenos ojos la llegada al gobierno de la formación morada.

Si al establishment le salió un insospechado grano en 2011, que supuso la ruptura del tradicional ciclo/circo del bipartidismo patrio, ocho años después, tampoco ha sido tanto tiempo, ya han conseguido reconducir al rebaño al redil. El bipartidismo recupera su posición, quizás con algunos matices a corregir en un futuro próximo. Si C´s (Ciudadanos) se hizo mayor para mostrar que la nueva política podía ser educada, según los intereses de los de siempre, y no como PODEMOS que suponían un incordio, también le tienen asignado para la formación naranja su posicionamiento en el “centro-liberal”, para que vayan a servir de bisagra, ya que a los partidos nacionalistas se les descarta para cumplir esa función. Para rematar la estrategia convenía potenciar a otro partido hasta hace unos meses marginal, como era VOX, para que una vez instalado permitiese presentar a estos, (a VOX), y a los otros, (a U-P), como los indeseables extremos. Vamos, lo de siempre: En el centro esta la virtud, aclaremos centro-derecha y centro-izquierda, que es como les gusta a sus poderosos mentores. ¡A ver lo que tardan los de los extremos en volver a ser testimoniales!

Pero como nuestros sibilinos controladores no san tan expertos, como allende nuestras fronteras, a veces no se les mueven los muñecos según se tire del hilo. C´s, empeñados en sustituir al PP, en ser los nuevos capitanes de la derecha, no cumplen los designios de los Altísimos y de ahí les vienen las complicaciones. Ya saben, o se someten al mandato o los problemas se multiplicarán: A Rivera ya le ha dejado hasta la novia.

Por otra parte, por mucho que la cúpula de U-P (Unidas Podemos) se empeñe en gobernar, ya le han dicho a Sánchez desde las alturas que aquello de “Con Rivera, No” quería decir “Con Iglesias, No”. O sea, que móntatelo como quieras, pero eso es lo que hay. A la jerarquía nacional de U-P no les está mal, por jugar mal las cartas. Quienes leéis mis artículos sabéis que me opongo frontalmente a entrar en gobierno con el PSOE, pero doctores tiene la iglesia. Así que, gobierno monocolor o gobierno monocolor, y de paso amenaza con nuevas elecciones que ya se encargarán los medios de culparos a ustedes (Unidas -Podemos), para que vayamos ofreciéndoles nuestro legado y nuestro apoyo como si fuéramos nosotr´s quienes fuéramos a gobernar y no fueran ell´s quienes precisan del nuestro; ya que C´s pasa del tema, dicho de otra manera “que verdes las han segado”.

Otra, en lectura parecida, aunque de distinto signo, son las investiduras de los gobiernos de la derecha en las autonomías que están pendientes. No creo que nadie sea capaz de extraer de lo siguiente por mi parte simpatía alguna hacia VOX; cuando han conseguido que el empujón a la formación de Abascal sea determinante para formar gobiernos, como ya pasó en Andalucía, C´s, que no sabe si nadar o guardar la ropa, y acabará por ahogarse, quiere aparecer como puro e inmaculado, ninguneando a VOX y dejándole el marrón al PP. Estos no saben cómo salir del atolladero, mientras VOX, con toda la razón, presiona para que se le tenga en cuenta. Puede que no me haga ninguna ilusión, pero han ganado unos puestos democráticamente que son necesarios. ¿Tendría algún sentido que no les sirvieran para nada?

Lo que sea sonará, pero que luego le echarán la culpa a los extremos de todo lo malo es cosa sabida.

¡Y cómo nos las tragamos!

Manuel García Mata