Banderitas (por Hugo Cañellas Ávila)
Só, lo consiguieron, consiguieron politizarlo todo, incluso lo que era una fiesta reivindicativa de derechos civiles que no van, o no iban, contra nadie.
Y es que el Orgullo, que se celebra este fin de semana en Madrid, ha derivado hacia lo que muchos no deseábamos. Yo personalmente he ido varios años, tanto soltero como con mi pareja. ¿Qué por qué íbamos? ¿Y por qué no?
Todos estábamos invitados a una manifestación que defendía derechos civiles, que defendía la igualdad y recordaba a todas esas miles y miles de personas que han perdido la vida y la siguen perdiendo por defender el poder amar, sin esconderse, a la persona que ellos quieran.
Cierto es que ya por entonces habían sinvergüenzas que usaban el Orgullo para hacer el payaso. Todos tenemos derecho a disfrazarnos y a irnos de fiesta, pero ¿tenía que ser el mismo día que reivindicamos derechos y sobre todo, buscábamos la normalidad y la igualdad?
Sí, la normalidad, eso que ahora parece que está en extinción. No todos los gays vamos en tacones, no todas las lesbianas van por la calle con los pechos al aire y, por supuesto, no todos los gays practicamos sexo en mitad de la calle y a plena luz del día. Entonces, si no todos los gays somos así ¿opor qué algunos se empeñan en que se dé esa imagen? Y sobre todo ¿por qué se empeñan estas personas en hablar en nombre de todos y autoproclamarse portavoces?
Cierto es que algunos medios de comunicación buscan la foto, esa foto depravada que pueda ser portada de su periódico y sirva de instrumento para algunos como arma arrojadiza hacia la Comunidad LGTBI. Pero no es menos cierto que el objetivo de una cámara saca lo que ve, no puede inventárselo, y yo que he estado, doy fe de que hay mucho loco suelto.
Y ahora también lanzo una pregunta al aire. Si durante la Feria de Rota, por ejemplo, un cámara se metiese entre los pinares de noche ¿qué podría fotografiar?... Todos sabemos la respuesta, entonces, ¿podemos decir que todos los que van a la feria son unos depravados? Por supuesto que no.
¿Qué podemos sacar en claro de todo esto?. Uno, que no se puede generalizar, y dos, que confundimos, o confunden, fiesta con reivindicación. Yo he reivindicado y reivindico derechos, igualdad y normalidad, lo que no reivindico es poder ir desnudo por la calle, lo que no reivindico es tener sexo donde y con quien sea, y por supuesto, no reivindico que algunos tengan el poder de decir y señalar quien es buen o mal gay, al más puro estilo nazi con los judíos.
La bandera del arcoíris, la cual yo estoy a favor de que ondee en cuantos más sitios mejor, acoge a todos los que defendamos derechos civiles, a todos, ya seamos católicos o no, ya votemos a una u otra opción política, o que ni siquiera voten.
No seamos tontos, no dejemos que se apropien de nuestra bandera, la bandera no le pertenece a los intolerantes que vetan a otros gays por su ideología o por su fe. Y por supuesto, no perdamos el respeto, ya que el respeto y la educación no entienden de orientación sexual.
Hugo Cañellas Ávila

































Rebelderota | Domingo, 07 de Julio de 2019 a las 09:55:56 horas
Tiene toda la razón el sr Cañellas el actual orgullo gay o LGTBI está totalmente politizado y dirigidos esos colectivos por influencias podemitas , socialistas o de extrema izquierda. El actual orgullo 2019 ha desmostrado que los colectivos LGTBI son tan intolerantes como a los que ellos critican y con lo que han hecho le dan la razón a Vox y a la extrema derecha para seguir acusándolos de lobby sectario. No ala intolerancia incluida la que el colectivo LGTBI ha hecho este año
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