DE SONRISAS Y ALCALDABLES

    
 
  
Carteles que llenan las calles, que inundan las avenidas, los autobuses y las farolas; que en ocasiones ofrecen su mejor sonrisa, su mueca más madura, la figura de una persona que se ofrece como alcaldable para servir al pueblo. Una persona que piensa que es apto, que está cualificado, que se considera preparado para liderar una comunidad.

Cada ciudadano tendrá unas espectativas sobre el futuro alcalde y sus proyectos. Yo tengo las mías.

Estaría bien que el nuevo alcalde cediese a las limpiadoras/es del Ayuntamiento su plaza de aparcamiento reservada en el Castillo (la del cartel de “Sr. Alcalde”), así se solidarizaría con el resto de trabajadores que nos buscamos la vida para encontrar aparcamiento cerca de nuestro trabajo. Por un par de años podrían cambiar el cartel por el de Sras/Sres. limpiadoras/es. Eso sería un auténtico gesto de igualdad social, cosa de la que hablan mucho los políticos en su discurso.

Tampoco estaría mal que se nombrase como delegado de Cultura a un artista o a alguien relacionado estrechamente con el arte. Así, si vuelven a inaugurar en Rota un teatro/auditorio (que es la casa del arte y la cultura), no le pondrán el nombre de un político, sino el de su hijo, un escritor reconocido en todo el territorio nacional. Y ya que estamos hablando del auditorio, conozco de primera mano un caso que me parece vergonzoso.

Resulta que un amigo trabajó en el teatro, es una de esas personas afables, profesionales, con talento y dedicados a lo que hacen. El excelentísimo Ayuntamiento, en una de esas artimañas extrañas de ahora te contrato, ahora no, luego sí y más tarde ya veremos, dejó de contar con él, por lo que esta persona marchó a Madrid donde fue reconocido por su buen hacer llegando a trabajar en los más afamados teatros de la capital española. La moraleja es que el equipo de gobierno local no tuvo la aptitud necesaria para valorar a este joven profesional que tanto hubiese aportado al auditorio de nuestro pueblo y para deleite de los que vamos al teatro.
Para que luego digan en los discursos políticos que se apuesta por el empleo de calidad y de los jóvenes roteños.

También me gustaría ver una Policía más cercana al pueblo. La gente empieza a estar cansada de la actitud “Poli de Hollywood” de algunos oficiales. Es tal la indignación que sienten algunos roteños con estas actitudes, que incluso se están creando en Rota grupos de Facebook como “elpueblocuidadelpueblo” y “rotavotaenblanco” en el que los ciudadanos de nuestra localidad denuncian libremente ésta y otras cuestiones políticas. Grupos que cada vez tienen mayor número de integrantes.

Éste que os escribe, que unas veces votó a la derecha (para los que la fuga del Prestige solo fueron unos pequeños hilitos), y otras a la izquierda (para los que la crisis en España no iba a ser más que una desaceleración del crecimiento),  ya no tiene confianza en los políticos.

Cuando veo las sonrientes caras de los alcaldables en sus carteles electorales, pienso que más de un parado también sonreiría si viese la posibilidad de conseguir un contrato de trabajo de cuatro años, con aparcamiento privado, un sillón de cuero y un coche de lujo con chófer.

Corren tiempos de promesas, de ser militante, de seguir en el paro, de poner parches laborales, de cambiar todo para que no cambie nada. Corren tiempos de sonrisas y alcaldables.