Enseñar a pescar más que dar el pescado es el objetivo que desde Cáritas Diocesana de Asidonia - Jerez se plantean con  sus usuarios a los que se les sigue prestando ayuda asistencial, pero cada vez más, una formación con la que puedan abrírsele puertas y encontrar un trabajo.

Desde el pasado 11 de abril, Cáritas, con la colaboración del Ayuntamiento  de Rota, está impartiendo un curso financiado cien por cien por la iglesia del que se están beneficiando 10 usuarios, que han sido seleccionados por su perfil y ganas de abrirse camino en el mercado laboral. Se trata de un curso de camarero de bar, que se imparte en una de las salas del Centro Social Municipal de la plaza Vicente Beltrán, donde ayer, el presidente de Cáritas Interparroquial de Rota, José Aurelio Martínez, el cura párroco, José Arjona Gil, el director de Cáritas Diocesana de Asidonia - Jerez, Francisco Domouso, y el alcalde de Rota, Javier Ruiz, animaron a los alumnos a aprovechar esta oportunidad para sacarle el mayor provecho y poder abrirse nuevas alternativas a la hora de buscar trabajo.

El curso, de 290 horas, se prolongará hasta el 2 de agosto y consta de una parte teórica que acabará el 5 de julio, y de una práctica que se concentrará en un mes.   Todas las tardes, los usuarios seleccionados acuden en horario de tarde al centro de Vicente Beltrán para recibir la formación de manos de José Antonio Rodríguez, profesor de este curso, que está transmitiendo a los participantes las cuestiones más básicas para desempeñar este trabajo en un sector que en Rota tiene salida.

Precisamente, buscar formación acorde a la zona para que los alumnos puedan tener expectativas de encontrar trabajo es uno de los planteamientos de Cáritas cuando organiza estos cursos, cada vez más frecuentes entre sus usuarios.  Francisco Domouso señalaba ayer que este era el tercer curso que se impartía en Rota, los dos anteriores estaban relacionados con los cuidados en el ámbito de la dependencia, y la idea es seguir celebrando algunos más.

Dejar de lado el puro asistencialismo era necesario, según el representante de Cáritas, que deseó que los diez seleccionados encuentren trabajo como ha ocurrido con anteriores alumnos. Cáritas ha creado además una empresa de inserción que ayude a conseguir contratos para sus usuarios descartando que la labor que les compete sea solo la de asistir a quien menos tiene porque eso, insistía, no lleva a nada en el futuro. 

En la misma línea se pronunciaron tanto el párroco de la O y el presidente de Cáritas que dijeron aquello de que el trabajo dignifica y que estas personas que en un momento de su vida han caído en un pozo, deben ser ayudadas a ver la luz y poder salir adelante con medios propios de nuevo, para ello, la formación es fundamental y de ahí esta iniciativa.

Para el alcalde de Rota, este curso reunía dos cuestiones importantes: la primera la importancia de la formación para encontrar un empleo y para ofrecer cada vez mejor servicio en el sector de la hostelería, ya que con personal mejor cualificado, se dará una mejor respuesta al cliente y eso redundará en la imagen de Rota. Y por otro lado, que el curso se imparta en el Centro Social Municipal que se quiere convertir en un centro de referencia de formación. Javier Ruiz animó a los alumnos a aprovechar a oportunidad y mostró a Cáritas la disposición del Ayuntamiento de Rota en colaborar en iniciativas de este tipo para que cada vez, más personas puedan tener medios para buscar un empleo.