La Cruz de Mayo lució en la tarde de ayer sábado pese al viento de levante, gracias al incremento de participación de niños que este año, arroparon al paso que recorrió las calles del casco antiguo, fiel a su tradición. Este año, aunque los miembros de la Asociación de la Cruz de Mayo del Casco Antiguo se han involucrado igual que en ediciones anteriores, la organizadora pasaba a ser la Hermandad del Santo Entierro de Cristo, motivo por el que también se cambió el lugar de salida, siendo la Casa Hermandad de esta cofradía.

Niñas vestidas de flamenca, niños de calle, con flores y varas daban vistosidad a un cortejo más numeroso que en salidas anteriores, lo que animó el casco histórico durante las casi tres horas que estuvieron por la calle. La mirada del público que los siguió con atención les daba el protagonismo propio de una Cruz de Mayo que apuesta por mantenerse dentro del calendario local, no en vano, son 36 años los que llevan saliendo fieles a la cita del mes de mayo aunque en este 2019, entre tanta celebración, elecciones y demás, se haya pospuesto hasta inicios de junio.

En cualquier caso, y eso es lo importante, los niños que centran las miradas de este paso, la mayoría con el gusanillo de ser capataces o costaleros, disfrutan de lo lindo y el público que los ve a pie de calle aún más. Ayer se pudo ver la cantera que hay en este sentido, con una cuadrilla de costaleros muy numerosa.

Como siempre, y también es un clásico, la Banda de Cornetas y Tambores Ruiz-Mateos, acompañó a los pequeños en esta salida procesional que, a pesar del fuerte viento de levante, lució por las calles. El paso de la Cruz de Mayo, adornado con flores estaba especialmente lucido y sobre los hombros de los jóvenes costaleros, lucía aún más.