El muelle pesquero fue en la tarde de ayer el escenario elegido de nuevo para celebrar el IV Ronqueo del Atún. Una iniciativa que se puso en marcha hace cuatro años por parte de la delegación de Promoción Turística, en colaboración con la Cooperativa de Pescadores de Rota, Aeciro y la Agencia Pública de Puertos de Andalucía, para ofrecer, fuera de la temporada estival, actividades atractivas al público.

Desde luego el espectáculo del ronqueo del atún lo es. Es llamativa, por la forma en la que los expertos despiezan un atún rojo de almadraba en en torno a 200 kilos, y cómo se van explicando las distintas partes comestibles de un pescado muy preciado.

Gracias a un presentador, que iba dando detalles de lo que los trabajadores de Pesconil, empresa que colaboró en el ronqueo, iban haciendo, la propuesta fue amena y para quienes nunca antes habían visto un ronqueo, toda una experiencia.

Pese al viento de levante que hizo algo incómoda la estancia, el público respondió bien. Muchos roteños y turistas se acercaron para ver en directo este arte milenario que no suele dejar indiferente al que luego siguió la cocina en directo de seis bares de la localidad que con piezas del atún recién despiezado, prepararon recetas que se vendieron al público que disfrutó del sabor de un pescado del que se aprovechan casi todas sus partes.

Recuperar y seguir potenciando la tradición del atún en Rota, por su vinculación con la almadraba y el paso del atún por las costas roteñas, además  de seguir ampliando el calendario de actividades en la localidad, son el objetivo de este ronqueo que ayer volvió a atraer al público poniéndose en el centro la gastronomía local.

Seis fueron los restaurantes de la localidad que se encargaron de preparar ante el público y en el mismo entorno del puerto pesquero las tapas creadas y elegidas para la ocasión. Así, El Perejil ofreció la tapa de tartar de tarantelo de atún sobre mousse de aguacate y arranque; Plaza Nueva, la tapa de tarantelo de atún rojo marinado con cítricos, marcado en la plancha con parmentier de calabaza y mojo picón; Utopía, la tapa de lomo de atún rojo con calabaza de Rota y teriyak; Clandestino, la tapa de serranito de atún rojo; Learning&Cooking, la tapa de milhojas de mar y montaña, parpatana de manteca colorá y tartar de atún y caña de lomo ibérica; y el Merkao Taller de Tapas/Vermutería Ciento Volando, la tapa de tosta de atún macerado en salsa Merkao con emulsión de trufa y brotes de lombarda.

Una experiencia gastronómica y turística que comienza a asentarse en la localidad.