La cuenta atrás para los rocieros roteños ha comenzado. Aunque aún quedan algo más de tres semanas para que llegue ese 4 de junio en el que iniciarán la peregrinación hacia la aldea del Rocío para reencontrarse con la Blanca Paloma en una romería multitudinaria, los romeros ya cuentan los días. En la noche del sábado pusieron el contador de la recta final con la celebración del XLI Pregón Rociero que este año corría a cargo del hermano de la Hermandad Matriz, José Manuel Pérez Martínez.

Como miembro de la junta de gobierno de la hermandad  matriz, que cuenta con más de un centenar de filiales entre las que está la Hermandad de Nuestra Señora de Rocío de Rota, este pregonero no podía más que mostrar su devoción absoluta a la virgen marismeña. Ser rociero, decía, no es hacer el camino muchas veces, ir al Rocío unos días al año, gritar "Viva la Blanca Paloma" más alto que otro o vivir el Lunes de Pentecostés con intensidad. Ser rociero, aseguraba, es ser hombre de bien, ayudar al prójimo todos los días del año, rezar a la virgen todas las noches, tender la mano a quien lo necesite, ser cristiano y mantener un compromiso de fe. Este fue uno de los mensajes que el pregonero quiso trasladar a los hermanos rocieros, hermanos de otras hermandades, miembros de la Corporación municipal y devotos que estaban en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen.

Agradecido por la presentación que hizo su buen amigo Luis Espinar, que fue breve y conciso al definir a este almonteño como buena persona y rociero de pro, José Manuel Pérez pronunció un pregón sencillo, con algunos versos y mucha devoción en cada palabra. Su presentador le dio las gracias por momentos vividos juntos de especial intensidad en la vida de ambos sirviendo esta presentación de agradecimiento público por la sencillez del rociero que abriría más tarde su corazón para  tener palabras de admiración y devoción hacia  la Blanca Paloma.

Habló de aquella hermandad rociera roteña que se fundó en 1757 siendo una de las más antiguas en la aldea almonteña, aunque luego se disolvió y no sería hasta 1978 cuando un grupo de hombres y mujeres trabajaron por  el resurgir de la fe en la virgen que hoy permanece. Desde entonces, decía el pregonero, buen conocedor de la Hermandad del Rocío de Rota donde tiene muchos amigos, Rota ha sido señera en la aldea y aprovechando su alocución, lanzó un mensaje a los jóvenes para que tomen el testigo de la fe y continúen con la labor que han venido haciendo sus antepasados. A José Manuel Pérez no le cabe duda de que en la hermandad roteña hay savia nueva para ello, y continuó su pregón entre palabras de admiración y amor a la virgen y recordando que en pocos días, llega de nuevo una cita especial.

La salida, el camino, la llegada a la aldea, la presentación en la ermita ante Ella, las jornadas de convivencia, la salida de la virgen con el salto de la reja y el Lunes de Pentecostés hasta llegar de vuelta a casa fueron parte del pregón sencillo que este rociero se marcó en un año que además, es muy importante para la Hermandad Matriz a la que pertenece dado que se cumplen 100 años de la coronación de la virgen del Rocío.

José Manuel Pérez aludió a este Rocío 2019 en el que la hermandad de Rota estrenará carreta, un proyecto que llevaba años pendiente y que por fin, se ha hecho realidad. Será el próximo sábado 18 de mayo cuando se proceda a su bendición para realizar algunas semanas más tarde, su primer camino con la hermandad de Rota.

El pregonero tuvo palabras de cariño para muchos rocieros roteños con los que ha compartido experiencia y animó a los presentes a ser un rociero de pro todos los días del año.