La lista de despedidos de la plantilla del aeropuerto de la Base Naval de Rota ha aumentado esta semana con un nuevo despido que la concesionaria del servicio, Louis Berger Aircraft Services, Inc (LBAS) ha ejecutado por motivos disciplinarios. Se trata del despido 31 de los 45 que en su día anunció la propia empresa basándose en los informes elaborados por Deloitte y que el comité de empresa siempre ha puesto en tela de juicio.

Según el comité, se ha utilizado el  procedimiento de comisiones de supuestas faltas para realizar este nuevo despido en una situación en la que denuncian que se hace uso de la posición de " preeminencia, superioridad o supremacía frente al trabajador para imponer sus criterios" y librarse de aquellos empleados que "resultan molestos o no son de su cuerda". Y es que como denuncia el órgano representante de los trabajadores, esta es una situación similar a la vivida ya por otros compañeros en las que son despedidos, luego reconocidos por un juzgado como despidos improcedentes y la empresa se "libra" de ellos con una indemnización sin tener en cuenta "el sufrimiento que ello causa en el afectado y su familia".

Tal y como indica el comité de empresa de Louis Berger, basta recordar que a día de hoy, los anteriores 8 despidos disciplinarios, al margen del primero de ellos que se concilió antes de entrar en sala, han sido declarados dos de ellos improcedentes, dos despidos nulos por vulneración de derechos fundamentales, y los otros cuatro están Sub Judice.

La situación no puede ser peor para los trabajadores que llevan siete meses de huelga indefinida mientras siguen denunciando cómo los huelguistas españoles "son sustituidos de forma sistemática, por el personal civil estadounidense de Louis Berger, todos ellos militares retirados de las Fuerzas Armadas de EEUU, y los gerentes y personal de confianza españoles de los distintos departamentos del aeropuerto de la Base Naval de Rota".

Para el comité de empresa, esta forma de actuar, confirma que la empresa tiene "una planificada reducción de personal de manera encubierta, burlando los procedimientos a los que les obliga la legislación laboral española".  Seguir en esta senda, manifiestan, solo va a conseguir empeorar aún más las ya muy deterioradas relaciones laborales en un clima de trabajo que califican de "tenso y asfixiante"