USTED TAMBIÉN PUEDE SER UN CIBORG



   
Es sorprendente como cambia el mundo bajo nuestros pies y al ritmo que lo hace; la industria tecnológica nos ofrece hoy día productos de consumo dignos de una película de ciencia ficción de los 60. Fue precisamente a principios de esa década cuando, debido a los increibles avances en el mundo del microchip, se empezó a acuñar el termino “Ciborg”.

Veamos la definición según Wikipedia: (Copio y pego)

Ciborg: Criatura compuesta de elementos orgánicos y dispositivos mecánicos, generalmente con la intención de mejorar las capacidades de la parte orgánica mediante el uso de tecnología.

Estaba en lo cierto Julio Verne cuando vislumbró la creación del submarino, como lo estaban Manfred E. Clynes y Nathan S. Kline, creadores del término Ciborg,  al pensar que en un futuro no muy lejano, los dispositivos electrónicos pasarían a ser una extensión de nuestro propio cuerpo.
Buen ejemplo de ello son los marcapasos, los chips de nuestras mascotas o los modernos implantes cocleares (dispositivos electrónicos alojados en el oído interno, capaces de enviar impulsos eléctricos directamente al cerebro humano).

Vale, aún falta al menos dos décadas para que tengamos un puerto USB, o mejor dicho, Thunderbolt en la nuca; por el momento tendremos que conformarnos con acceder a la red a través de nuestros actuales ordenadores de bolsillo, ya sean Android, iOS, etc... que no es poco.


Llevar uno de estos encima con una tarifa plana de datos es sencillamente genial. Ya que cuentas con  tu música, tus películas, tu correo electrónico, una grabadora, tu álbum de fotos, un GPS con todos los mapas del mundo, un traductor con más de 40 idiomas, libros electrónicos, disco duro, cámara de vídeo/fotos, la Wikipedia enterita y hasta la posibilidad de escribir un artículo para un periódico, como estoy haciendo ahora, todo en un bolsillo. ¡¡¡Chúpate esa Julio Verne!!!

Desde mi punto de vista, el futuro evolutivo del hombre pasa de manera ineludible por la cibernética. Quizás un día el Homo Sapiens Sapiens sea sucedido por el “Homo Cyberneticus”, solo espero que cuando llegue ese momento todavía seamos capaces de hacer poesía.