"Y desearás una relación abusiva por encima de todas las cosas"
por Marina Moreno Pérez de la Lastra. Tu consultoría de Psicología y Sexología
50 sombras de grey, Pídeme lo que quieras, Mi hombre, etc. y etc., libros que han llenado las librerías, convirtiéndose en bestseller a través del boca a boca. Literatura erótica escrita por y para mujeres. Libros que han hecho que haya un auge de este género sin precedentes. Libros que están cortados por un mismo patrón: chica conoce a multimillonario con muchos traumas -y poco tiempo para ir al psicólogo- que “excusan” para la protagonista sus comportamientos controladores y reservados, un hombre que le gusta fuera y dentro de la intimidad todo lo relacionado con el BDSM, cosa que a la protagonista la horroriza pero decide aceptar para no perder al “amor” de su vida, viéndose enredada en situaciones cada vez más surrealistas que terminan con el matrimonio que tanto deseaba ella, como broche perfecto y con un suspiro de satisfacción por parte de la lectora.
Novelas que son devoradas por mujeres de todas edades y absorbe un peligroso mensaje, las relaciones tóxicas son lo “más” y el romanticismo idealizado del BDSM. Y te preguntarás ¿Qué es todo esto y que tiene que ver con la psicología? Ahora lo explicaremos.
El BDSM es un término creado a partir de las siglas: Bondage (ataduras, restricción de movimiento) y Disciplina; Dominación y Sumisión; Sadismo y Masoquismo. Son una serie de prácticas sexuales y de “estilo de vida” que implican normalmente la figura de alguien que controla y rige la vida de otra persona que se pliega de manera “voluntaria” a los deseos del otro. Tanto un rol como el otro lo pueden adoptar indistintamente un hombre o una mujer. La persona que toma el rol de amo/ama controla y rige toda la vida del sumiso.
En las novelas se idealizan- e incluso confunden- estás prácticas y se visten como algo exótico, deseable y bastante “suave” que cualquiera puede soportar ya que se pasa de puntillas de lo que realmente supone y tan solo menciona los detalles excitantes y que un público amplio podría leer sin horrorizarse. Pero no es sólo eso, hace que a nivel sexual la mujer siga siendo una espectadora más. Raro será el libro actual de erotismo en que podamos leer las aventuras de una mujer siendo ama, siendo quién decide que hacer y cómo hacerlo. Cosa que en el BDSM se contempla, pero en el erotismo literario no.
Esto lo que provoca es que se siga transmitiendo que el rol que ha de tomar la mujer en la intimidad es el de un ser pasivo, siendo capaz de sentir placer únicamente a través de otros y que ha de plegarse a los deseos ajenos, dejando de lado los suyos propios. De esta manera ceden la responsabilidad, de manera egoísta, de su sentir a la pareja. Sí, es egoísta el esperar que sea otro el que te dé lo que tú necesitas ya que el otro se ve forzado a “estar” a la altura de la entrega que muestra su compañera y a no recibir muestras de que es deseado.
Esto es algo injusto para ambos, pues van escondiendo en silencios y caricias mal planteadas exigencias, deberes y un conformarse si no se consiguen las expectativas. Las relaciones sexuales se convierten más en una especie de examen o desahogo de una única persona que en un momento de intimidad, comunicación, unión y disfrute con el otro.
Sin embargo, estas novelas contemporáneas transmiten algo que es mucho más peligroso: el romanticismo de las relaciones tóxicas. Estas relaciones se basan en el control por uno de los miembros de la pareja, los celos patológicos disfrazados de un “amor demasiado grande” y un temor a perder a la protagonista si va con tal amigo o quiere volar un poco más alto, hacerla sentir culpable si no accede a sus deseos porque eso significa que no lo ama y una dependencia emocional total de la “heroína” del libro a este hombre ya que necesita de él para todo y quiere demostrar al mundo que con el amor que ella siente es capaz de cambiarlo y curar todos los traumas que parece que siempre tienen su objeto de deseo.
Esto, queridos lectores y queridas lectores, es el caldo de cultivo ideal para que surja la violencia, los sentimientos de vacío, depresión y ansiedad. Esto es por lo que muchas personas suspiran, lo que luego buscan sin darse cuenta en sus relaciones y echan en falta porque en los libros esto es lo más ansiado y no es para nada malo.
Y es que, lamentablemente, bebemos por todos lados las ideas de que el amor todo lo puede, aunque la otra persona no haga su parte para cambiar, el amor es sufrimiento ya que quienes se pelean se desean y que quién más te quiere te hará llorar y morir por amor es hermoso. Comemos con alegría la idea de que el amor de verdad tiene que hacerte perder el apetito, dormir menos, temblarte el cuerpo entero.
Todo esto es falso, son mitos del amor romántico. Y ya es momento de que en el año 2019 comencemos a comprender las cosas. El amor es alegría, es comprensión, es confianza, paz, compromiso, seguridad, es el que jamás te atará, al contrario de dará alas para que te desarrolles como persona, no pide demostraciones, el amor es difícil de describir, pero SIEMPRE te genera emociones positivas e impulsa tu desarrollo personal.
Si el amor duele, te hace llorar, te exige pruebas de afecto, te impide relacionarte, desarrollarte, te pide que te calles y obedezcas, que aguantes las humillaciones, peleas constantes, violencia y te pide que mueras e hipoteques toda tu vida por él… eso no es amor, será obsesión- como decía la canción- encaprichamiento, dependencia o cualquier otro nombre, pero amor no.
Las consecuencias REALES, esas que no aparecen en los libros, de mantener una relación tóxica es una depresión profunda, una pérdida de uno mismo que ya no sabe quién es si no está con la pareja, desaparición de la autoestima, inseguridad constante ya que no sabe si lo que hace está bien a no ser que la otra persona se lo diga, una demostración perpetua de sus sentimientos, dependencia emocional que hace que aunque la otra persona se ponga violenta y haga daño se disculpen sus comportamiento con excusas cada vez más fantasiosas ya que “ni él ni yo podemos vivir sin el otro”. Esto hace que la persona se anule completamente y que si decide romper la relación tenga la firme creencia que no es nada, ni nadie y, desgraciadamente, como no concibe su vida sin una pareja, busque enseguida un sustituto con quién repetir la misma historia.
En un mundo en el que las mujeres salen a la calle reclamando igualdad en todos los ámbitos es imprescindible un cambio en las relaciones que buscan y se dan por deseables y tendrían que plantearse porque devoran estos libros, que es lo que encuentran en ellos que necesitan.
Me gustaría terminar este articulo con una curiosidad.
Los budistas dicen que si conoces a alguien y tu corazón late con fuerza, tus manos tiemblan y tus rodillas se vuelven débiles, no es la persona indicada para ti. Qué curioso que parecen los mismos síntomas de “mono” que siente una persona cuando está ante una droga o adicción en la que ha caído muchas veces. Para los budistas cuando tú conoces a tu alma compañera sientes calma, paz, nada de ansiedad ni agitación. ¿Por qué? Por qué estás ante quien te complementa -que no completa- esa persona que es un reflejo de tu alma y sabes a un nivel íntimo que estará contigo, que hay seguridad, paz, amor.
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Marina Moreno Pérez de la Lastra
Psicóloga psicoterapeuta especialista en sexualidad.
Contacto: [email protected]






































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