Quantcast
Redacción
Sábado, 20 de Abril de 2019

"Serrat, Sevilla y Semana Santa"

por Carlos Roque Sánchez

[Img #111956]Teatro de San Fernando. Inaugurado el 21 de diciembre de 1847 en el solar que ocupaba el Hospital del Espíritu Santo de la antigua calle Colcheros, hoy Tetuán, en él se representaron durante la segunda mitad del siglo XIX óperas, zarzuelas, conciertos y bailes de sociedad hasta que, en 1973, fue demolido. Pero en ese interín de vida teatral de casi trece décadas, y ya en sus postrimerías, Juan Manuel Serrat da dos recitales, sesiones de tarde y noche, el domingo 18 de mayo de 1969, en la que era su primera visita artística a Sevilla. Cantando en castellano y catalán una antología de sus canciones más conocidas hasta ese momento (Cançó de matinada o Tu nombre me sale a hierba entre otras), dedicó la segunda parte del mismo al recién creado homenaje al poeta nacido en Sevilla (Cantares, Españolito, Las moscas, La saeta, …). Y según las crónicas, fue todo un éxito tanto artístico, abundaron los aplausos durante casi todas las canciones, como comercial, tuvieron grandes llenos ambos recitales. Un éxito artístico en el que interviene, aparte del cantautor con sus magníficas adaptaciones musicales de los poemas machadianos, su arreglista, mano derecha, pianista y hombre de confianza, el músico Ricard Miralles. Arreglista de casi todos sus trabajos y que, en el disco ‘Dedicado a Antonio Machado, poeta’ además fue director de orquesta. Sin duda alguna, su influencia en toda la obra del cantautor del Poble Sec, va mucho más allá de la de mero arreglista.

           

Y entre las canciones serratianas del poeta, al final de la cara A del vinilo, nos encontramos con La saeta, que reproduce en su integridad el poema homónimo machadiano de ‘Campos de Castilla’ (1912), un libro clave en su obra. Un poema que, a la vista del resultado, parecía escrito para que Serrat lo musicara, tal es la simbiosis entre texto y música. Sin duda es uno de los momentos culminantes del disco desde que arranca con la atmósfera que crea el inicio de los tambores, continua con la imponente invasión instrumental de Miralles y termina con la poderosa interpretación de Serrat. Con todo este aporte musical se trasmite el clima andaluz y flamenco del poema hasta un punto tal que, letra y música, se han desligado en la memoria popular. Pero no perdamos de vista que la canción no fue concebida para ser tocada en Semana Santa, como marcha cofradiera acompañando a Cristos moribundos y Nazarenos itinerantes, no, eso vino bastante después. De hecho, y por lo que tengo averiguado, ustedes me corrigen en todo lo que consideren oportuno, ‘La saeta’ devino en marcha procesional, como parte de la banda sonora de la Semana Santa andaluza, de una manera totalmente involuntaria. Se lo resumo.

          

‘La saeta’, marcha procesional. Catorce años después de la grabación y el concierto sevillano de Serrat, en 1983, se realizaba la primera adaptación como marcha procesional de la canción, a cargo de la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Ayamonte, bajo el título de ‘La Saeta del Madero’. Una composición que no tuvo mayor trascendencia semanasantera, salvo la de ser el primer peldaño en la escalera para subir al madero de Jesús el Nazareno. Escalera que tuvo su segundo escalón tres años después, cuando la ya extinta banda sevillana de cornetas y tambores Virgen de las Angustias sacaba una nueva versión en un disco editado por Pasarela en 1986. Y ésta, compuesta por Antonio Velasco Rodríguez, sí llegó a las procesiones sevillanas con su corte clásico (introducción cornetil, melodía y de nuevo cornetas).

           

Acompañó en la madrugada del Viernes Santo de ese año al Cristo de los Gitanos, y a partir de ese momento ‘La Saeta’ alcanzó gran popularidad en media España. Desde entonces no hay banda de cornetas y tambores, que no la haya interpretado como parte indeleble de los sonidos de la Semana Santa. Con posterioridad, en la Cuaresma de 1988, y con ocasión del 50 aniversario de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, actual A. M. Virgen de los Reyes, la Hermandad de los Gitanos de Sevilla realizó una procesión extraordinaria en la que se estrenaba una nueva versión, a cargo de Antonio Amodeo y Juan Ramírez. Y hasta aquí. A grandes rasgos es así como la música saetera se logra introducir en la plástica de la Semana Santa, pero ojo, es la ‘La saeta’ de Serrat, no la de Machado. Conviene no confundir, pues no es lo mismo música que letra.

 

 

CONTACTO: [email protected]

FUENTE: Enroque de ciencia

 

 

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.27

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.