Calasanz consigue más de 570 kilos de tapones para la asociación de diabéticos
Todas las aulas se han implicado en esta recogida solidaria para obtener fondos para la investigación
El colegio San José de Calasanz ha conseguido reunir, hasta el momento, más de 570 kilos de tapones de plástico que servirán para que se traduzca en fondos que se destinarán a la investigación de la cura de la diabetes.
Este tipo de recogidas solidarias, que se ha utilizado en ocasiones para obtener dinero con el canje de los tapones y dedicarlos a muchas causas solidarias, tiene ahora en Rota como protagonistas a la asociación de diabéticos de Rota "La Merced" que hizo un llamamiento a la sociedad roteña para que, en la medida de lo posible, reciclaran los tapones de plástico de envases y se los hicieran llegar dentro de la campaña "Tu tapón, ayuda un montón". Como no hay nada más motivador entre alumnos que un concurso o competición, desde el colegio San José de Calasanz se sumaron pronto a esta causa y propusieron a las diferentes clases un juego en el que a más tapones reunidos por clase, más puntos y con ello, un obsequio final. De esta forma, muchos alumnos y también familias, se han motivado hasta el punto de que este proyecto de los diabéticos se ha convertido en un "proyecto de gamificación" (juego a nivel de centro) con el que además dan respuesta a un reto medioambiental lanzado por el colegio Pozo Nuevo, participantes ambos centros, junto con el colegio Maestro Eduardo Lobillo, del proyecto internacional "Cadena de retos saludables".
El proyecto-reto-juego-campaña planteado por el colegio Calasanz que tan buenos resultados está dando es sencillo. Cada clase dispone de una caja de cartón (todas iguales), que se debe ir llenando con los tapones que alumnos, familiares y maestros va llevando al colegio, y por cada caja que completen reciben unos puntos concretos. En principio, por cada caja que se consiga llenar, y vaciar en unos depósitos más grandes, la clase recibe dos puntos, pero para motivar más la recogida se establecen fechas concretas en las que hay "recogidas especiales", con las que cada clase puede recibir 5, 10, 50 ó 100 puntos en función del objetivo de cada una de esas recogidas. Y es ahí, en esas recogidas especiales, cuando alumnos, maestros y familias empiezan a desarrollar estrategias lógico-matemáticas, ya que, al anunciarse esas recogidas especiales con bastante tiempo, en cada grupo los alumnos y maestro pueden decidir si es más conveniente vaciar las cajas en un cierto día o esperar a otras fechas para hacerlo y así obtener más puntos.
En esta recogida de tapones solidarias que este centro educativo se ha planteado como un juego entre aulas, no sólo hay un componente lúdico y matemático, ya que gracias a él, los alumnos trabajan contenidos de todas las áreas de conocimiento y desarrollan todas y cada una de las competencias del currículo. Por ejemplo, los alumnos investigan y leen sobre qué es la diabetes, cómo se han hecho campañas parecidas en otros lugares de España o incluso redactan artículos o escriben eslóganes para decorar el colegio con carteles o hacer más llamativas sus propias cajas.
Los más pequeños son capaces de ir sumando puntos cuando pasan por el tablero de anotaciones, y los mayores pueden ir, por ejemplo, calculando los kilos de tapones que se han ido recogiendo gracias a saber el peso medio de una caja de tapones llena y el número total de cajas de cada clase y el del colegio entero. Con estos datos además se elaboran gráficas que luego los tutores pueden usar en clase para analizar los datos.
El componente medioambiental es parte importante del proyecto, ya que se está creando conciencia sobre la necesidad de recoger residuos que muchas veces acaban llegando a las playas y de ahí a la cadena alimenticia de peces, aves y otros animales marinos. Sin olvidar que el destino final de los tapones recogidos es el reciclaje y poder hacer con ellos otro tipo de utensilios.
En este proyecto, los alumnos han sido emprendedores a la hora de tomar la decisión de "darle la vuelta" a la campaña de la asociación de diabéticos. Ellos mismo están aprendiendo a generar conocimiento, a resolver situaciones problemáticas que ponen en peligro nuestro entorno, y a concienciar a sus propias familias sobre la necesidad del cuidado del medioambiente, lo que ha llevado en muchas ocasiones a generar ciertas anécdotas que los propios familiares cuentan a través de las redes sociales o en las propias puertas del colegio. Una de ellas, fue la ocurrida en la cabalgata del Carnaval en Cádiz donde los abuelos y tíos de uno de los alumnos, tras el paso de las carrozas, tomaron la decisión de lanzarse a recoger los tapones de los sprais de serpentina, trayéndose para Rota más de cinco bolsas de supermercado llenas. Una recogida a la que se sumaron otros ciudadanos que preguntaron por lo que hacían.
En la recogida de tapones no se salva nadie y el propio centro ha tenido conocimiento de tapones venidos desde lejos aprovechando la visita de familiares de otros puntos de España (Galicia, Asturias o Tudela) de algún alumno, familiares que mandan las cajas a Rota desde otras ciudades usando servicios de paquetería, padres o madres que están embarcados y que al llegar a Rota llegan a casa con cajas o bolsas de tapones como si del más preciado botín pirata se tratara, etc. Otros cuentan que hay niños que en alguna visita a casa de amigos o familiares entran al baño y cuando salen lo hacen con las manos vacías pero con los bolsillos llenos de tapones de los botes de gel o champú. Y luego están los que en casa son varios hermanos y cada uno tiene su propia caja o bote para ir llenando de tapones y así sumar puntos para cada una de sus clases: en esos casos, son los padres los que muchas veces tienen que intervenir para hacer repartos equitativos o más justos, como el que les dice que el hermano que se tome el último vaso de leche o de zumo del tetrabrik es el que se queda con el tapón.
Y aunque es cierto que el proyecto-campaña que empezó hace un par de meses está teniendo cierto componente competitivo, que se irá reduciendo poco a poco cuando se les pida a las clases del mismo nivel o ciclo que se vayan uniendo entre sí para poder conseguir objetivos comunes, lo más importante de todo para el colegio San José de Calasanz es la transmisión de valores como la solidaridad y el cuidado y respeto por el medioambiente, lo que ha llevado a recoger hasta la fecha más de media tonelada de tapones, que al final son plásticos que no acabarán en los mares, y que gracias a ello, la asociación de diabéticos de Rota "La Merced", va a poder obtener más de 120 euros para ayudar a la investigación y a los familiares y enfermos de diabetes en Rota, y todo ello, gracias a la implicación de alumnos, familias y colegio.













































Abraham López Morales | Miércoles, 13 de Marzo de 2019 a las 15:26:44 horas
Gracias a todos y cada uno de los que hasta ahora han aportado aunque haya sido un simple tapón. Al fin y al cabo todos sumamos, y debemos seguir sumando. ¡Que el ritmo no pare! ¡La campaña sigue! TU TAPÓN, AYUDA UM MONTÓN.
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