El alcalde de Rota, Javier Ruiz, ha defendido que el extremo al que se ha llegado con la vaqueriza situada en la avenida de la Matea, a la que el pasado 13 de febrero se le cortó el suministro de agua y el 27 del mismo mes la luz, es fruto de más de dos años y medio dando plazos al dueño de las instalaciones ganaderas sin que este, según el regidor roteño, haya mostrado realmente, ganas de trasladarse como, por otro lado, le obliga una sentencia judicial emitida en septiembre de 2018 por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Cádiz.

El revuelo creado ante los cortes de suministros  ejecutados y ordenados por el Ayuntamiento de Rota  es entendible si se tiene en cuenta que esta explotación ganadera tiene más de 450 vacas frisonas a las que hay que ordeñar y atender a diario, pero no es algo que al ganadero le haya cogido de sorpresa ya que el alcalde de Rota ha señalado a este medio, que antes de ejecutar esta orden, se le dio aviso casi un mes antes de cómo se iba a proceder si no comenzaba a trasladar las vacas a unas nuevas instalaciones. De este modo, y aunque Javier Ruiz es consciente de que se trata de un tema delicado, defiende en todo momento que desde que comenzó la legislatura en 2015 ha mantenido abierta la puerta del diálogo para llegar a un acuerdo lo menos traumático para el dueño de la vaqueriza, todo ello, asegura, pese a que en más de una ocasión lo que han visto en la otra parte ha sido cierta pasividad. 

El alcalde asegura que el ganadero era conocedor un mes antes del corte de suministro

Efectivamente, reconoce el alcalde, cortar la luz y el agua a la explotación ganadera es una medida drástica pero recuerda el regidor que el dueño de la vaqueriza era conocedor de ello desde hacía semanas, que lleva más de dos años y medio dando largas a los plazos puestos por el Ayuntamiento de Rota para marcharse y que por otro lado, como Administración local, esta tiene que ejecutar una sentencia que indica que esa vaqueriza debe desmantelarse al estar  en suelo urbanizado.

En todo este conflicto en el que hay buena parte de presión popular, ya que son muchos los ciudadanos que llevan padeciendo años el fuerte olor y molestias de tener una explotación ganadera con tantas cabezas de ganado cerca de sus casas, hay tres fechas claves. Una es la de  marzo de 2015 donde por primera vez se emite la resolución de cierre de la vaqueriza por parte del juzgado, y que es incluso previo a la llegada de este gobierno; otra es la resolución definitiva en septiembre de 2018 que efectivamente da la razón al Ayuntamiento de Rota y le indica que la explotación ganadera debe desaparecer de su actual emplazamiento, (es una sentencia fruto del recurso en el Contencioso Administrativo que interpuso el afectado a  la primera resolución), y una tercera fecha la de ayer, 4 de marzo, donde el juzgado informa que se ha admitido a trámite la petición del Ayuntamiento de  entrar en domicilio para el desalojo forzoso de la vaqueriza. Se estima que habría que esperar unos 15 días hasta que el juzgado resuelva si se puede entrar o no, y ese sería el punto y final de todo este conflicto.

El alcalde lamenta no haber llegado a acuerdo por la vía del diálogo, algo que ha mantenido en paralelo a la vía judicial

El alcalde de Rota, en declaraciones a Rotaaldia.com, lamenta no haber podido solventar esta situación a través del diálogo aunque recuerda que el dueño de la vaqueriza todavía está a tiempo de poder evitar un desalojo forzoso si en estos días traslada sus vacas a las instalaciones de Jerez, como se anunció el  3 de diciembre que se haría por parte del ganadero. Desde entonces, y han pasado tres meses, según Javier Ruiz, no se ha hecho nada pese al interés municipal de que esta fuera la solución final, por lo que entendiendo que por el diálogo y la negociación no se ha podido conseguir un buen desenlace, es por lo que la vía judicial, que ha ido en paralelo en todo este tiempo, es la que ahora se impone  y la que según explica, obliga al Ayuntamiento a actuar de esta forma más drástica.

Javier Ruiz recuerda que en estos más de dos años y medio, ha mantenido varias reuniones con el dueño de la vaqueriza, se le ha ayudado a tener informes técnicos favorables que necesitaba para el traslado como el del Ministerio de Defensa u otro de carreteras, se le ha ayudado a buscar financiación para el traslado a unas nuevas instalaciones, se modificó en pleno incluso el PGOU para que en el terreno  que tiene el dueño de la vaqueriza en otra zona de Rota pudiera acondicionarse para su explotación ganadera y marcharse por las buenas, se han mantenido reuniones en Sevilla y Cádiz sobre este asunto, se ha intentado mediar con la Organización de Ganaderos (COAG),  le han dado varios plazos para que actuara y mostrara actitud colaboradora, se han puesto sobre la mesa sucesivas soluciones a todos los problemas que iba encontrando el ganadero y  "hemos mantenido una actitud colaborativa en todo momento", dice el alcalde, asegurando no entender por qué en todo este tiempo, plazo tras plazo, no se ha actuado en consecuencia. 

Es más, en este conflicto, que reconoce que no es nada agradable, recuerda que se dieron varios ultimátums en 2016 y en 2017 para que el dueño de la vaqueriza moviera ficha ante la pasividad que según el alcalde, demostraba pese a la gravedad del asunto, por lo que todo lo que pueda padecer el ganado or la situación actual,  "es responsabilidad del propio ganadero" al que achaca que en todo este tiempo no haya mostrado, de verdad,  ganas de irse como le obliga un juzgado. El alcalde afirma que el dueño de la vaqueriza tiene las instalaciones de Jerez preparadas para marcharse y espera que lo haga antes de que se tenga que ejecutar el desalojo forzoso de la instalación en las próximas semanas.