Teófila Martínez fue - creo - una excelente alcaldesa de Cádiz en muchísimas cuestiones. He vivido en Cádiz y conozco el deterioro tan absoluto que padecía la ciudad, y cómo bajo su gobierno se adecentó y mejoró todo el casco antiguo y con él los barrios tradicionales como la Viña o Santa María. Sin embargo, Teófila Martínez tenía un terrible defecto, tan grave que hacía que muchos ciudadanos se rebotaran contra ella y contra su equipo, incluyendo a personas que valoraban positivamente su remozamiento de la ciudad, circunstancia que, a la postre, terminó dándole el pasaporte. Ese terrible defecto al que me refiero era el uso del ayuntamiento como cortijo pepero, especialmente en todo lo relativo a la propaganda municipal. Su uso de los medios de comunicación que dependían del ayuntamiento llegó a ser estomagante (solo había que ver una retransmisión de los Carnavales para comprobarlo) y obsesivo. El dinero municipal empleado en divulgación institucional no  era sino publicidad descarada de Teófila y del PP, hasta extremos que llegaban a ser ridículos. Igual de terrible era el panorama de las pantallas Led diseminadas por la ciudad (aunque aquí cuando llegaron los de Podemos la terminaron de empatar). En una palabra, un descaro.

Varias veces he largado en estas páginas de Canal Sur y de su horterísima programación, auténtico veneno cultural y estético para Andalucía, diseñada, aparentemente por el mayor enemigo del progreso del pueblo andaluz. Sin embargo, había algo en lo que Canal Sur era casi irreprochable, y me estoy refiriendo a los informativos. Resulta bastante raro en una televisión pública, pero la televisión andaluza, dentro de un orden, tenía unos informativos bastante objetivos y sin apenas tufo partidista, lo cual no es pequeño elogio.

Sin embargo, hemos cambiado de gobierno. Se escucharon voces antes de la toma de posesión del actual equipo que decían que el nuevo gobierno de derechas suprimiría Canal Sur. Por supuesto, todos sabíamos que era un farol. Y lo digo porque ha sido llegar Juanma Moreno al palacio de San Telmo, y, casi de inmediato y como por arte de magia, los informativos de Canal Sur comienzan a desprender un fuerte aroma pepero, propagandístico, de publicidad nada encubierta. Parece ser una seña de identidad de la derecha, el apropiarse de los medios públicos como medios propios. Durante el gobierno de Aznar, pongamos por caso paradigmático, el abuso desde RTVE llegó a ser tan absoluto y descarado que los tribunales condenaron al ente a rectificar en alguna ocasión, y la Comisión Europea elevó una reprimenda oficial a causa del chiringuito mediático que había montado el entonces presidente. Y es que, no sé, hay algo que siempre me sorprende en el PP y es su capacidad para no aprender un pimiento de sus pasados errores. El PP, cuidado, tiene muchas cosas positivas, pero a veces tengo la sensación de que una de sus señas de identidad es darle la razón a sus enemigos proporcionándole munición abundante. Aunque lo mismo es sencillamente que ellos son así.

Reconozco que tampoco he visto tantas veces los nuevos informativos, apenas en cuatro o cinco ocasiones, y puede ser que la mía sea una impresión equivocada. Pero va a ser que no.