¡¡FELIZ 2019!! (por Hugo Cañellas Ávila)
Llega un nuevo año, y con él un horizonte abierto de posibilidades y sorpresas, porque, por mucho que dispongamos, el futuro es incierto. Pero aunque eso suene a algo negativo, es todo lo contrario, romper la monotonía es algo bueno y recomendable. Cambiar hábitos e intentar hacer cosas buenas, crecer, cambiar de aires, abrir nuevos caminos, romper con algunas cosas... todo esto y más, son las cosas que nos hacen evolucionar.
Evolucionar es una cualidad casi exclusiva de la especie humana, tenemos ese privilegio que Dios nos dio, la pregunta es ¿estamos evolucionando? O mejor, ¿estamos evolucionando bien?.
Y ya las respuestas son más complicadas, o al menos no estaremos tan de acuerdo como con las preguntas. Que estamos evolucionando, eso sí, aunque bueno, no al ritmo que deberíamos, hace unos años la mujer no podía ni mostrar el tobillo y bailar de forma sensual era considerado poco más que una provocación y algo totalmente repudiable. Ahora, bueno en lo de bailar hemos evolucionado algo, pero en lo de la ropa femenina, hemos pasado de tapadas hasta los tobillos, la época del destape, y ahora a ver con buenos ojos bajo amenaza de ser tachado de racista, de que las mujeres y niñas vayan con la cabeza tapada y de que incluso debamos respetar que puedan contraer matrimonio con diez u once años.
Y es que progreso no es eso, y mucho menos la evolución, progresar no es vivir bajo el yugo de lo políticamente correcto. Evolucionar no es ver con buenos ojos todo lo que nos parece diferente o fuera de lo normal, que debemos respetar lo diferente, totalmente sí, que debemos hacer leyes para que lo diferente o lo fuera de lo común esté protegido, por supuesto, pero de ahí a que aplaudamos o nos tenga que parecer bien sí o sí, por norma, por fuerza, aquello que no nos gusta o no compartimos, eso ya es dictadura.
Y a eso os animo queridos lectores, a romper con todo lo que nos quieren imponer, a ser libres, pero libres de verdad. Todos podemos hacer lo que queramos, gozamos de una libertad que nos ha costado muchos años y muchas vidas conseguir, pero el ejercicio de nuestra libertad no conlleva el que a todos les parezca bien lo que hacemos o decimos. Toda decisión conlleva una responsabilidad, si queremos hacer una cosa, no pensemos en los otros, pensemos en nosotros mismos, pero no olvidemos que los otros también tienen libertad para poder decir y opinar. La libertad individual está genial, pero todos tenemos libertad individual, y eso es algo que normalmente se nos olvida. Queremos libertad para nosotros pero censura o imposición para los demás.
Pues esto es lo que debemos cambiar, este 2019 debe ser el año en el que perdamos el miedo a decir lo que pensamos, siempre con respeto y acorde a la Ley, pero con la libertad de hablar y actuar sin miedo. Usemos nuestra libertad para decir si somos católicos o ateos, si somos vegetarianos o carnívoros, si somos de derechas o de izquierdas, si somos heteros o gays, si somos más de fútbol o de baloncesto... o no digamos nada, el silencio también es una opción, pero eso, que el silencio sea una opción y no una obligación, luchemos contra lo políticamente correcto, y sobre todo, conservemos nuestros valores, porque si no los conservamos, otros nos impondrán los suyos.
Hugo Cañellas Ávila

































Darth Vader | Lunes, 28 de Enero de 2019 a las 21:29:08 horas
No espero mucha capacidad intelectual de ningún propagador de ideas fascistas, pero hay veces que el asunto raya lo esperpentico. Si alguien se declare seguidor de una secta llamada Falange, fundada a imagen y semejanza del fascismo italiano, y financiada por este, no hace falta que nadie le llame fascista, se lo está llamando él mismo. Por cierto, el fascismo es mentira que acepte otras ideas o postulados, es justo lo contrario y en lo que se basa su ideologia, además de ser la más antidemocrata de las ideologias, junto a ciertas religiones.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder