Más de 2.000 personas han pasado este año por el belén viviente que se instaló en las calles del casco histórico las tardes del viernes y el sábado. Se trata de una actividad que se ha convertido desde hace tres años que se recuperó al aire libre, en un buen reclamo dentro de la programación navideña a la vista de las largas colas que los ciudadanos esperaron para poder pasar a ver un recorrido que comenzaba en plaza de España y acababa en plaza Bartolomé Pérez.

El trabajo de más de 220 personas entre alumnos, padres y profesores del colegio Salesianos, al que hay que unir el de la Hermandad del Santo Entierro de Cristo que se suma a la organización y la colaboración del Ayuntamiento de Rota, se ve recompensado con la buena respuesta de público. Por eso, desde la organización, creen que teniendo en cuenta la relevancia que va tomando esta actividad, no sólo por el trabajo que se hace a nivel educativo y cultural con los niños, el belén viviente debería ser promocionado de forma más potente como uno de los eventos estrella de la Navidad roteña como ya se hace en otras localidades de la Sierra de Cádiz, donde los belenes vivientes de Medina Sidonia o Arcos se han convertido en todo un atractivo turístico.  Según los organizadores, ya que Rota cuenta con este belén, se podría seguir potenciando y mejorando, ampliando el recorrido  y sacar mayor provecho del trabajo que ya se hace, lo que ayudaría a tener más visitantes en la localidad durante la Navidad.

Al margen de esta petición, este año han vuelto a hacer un buen balance de la buena acogida que ha tenido esta actividad agradeciendo el trabajo de los alumnos del colegio Salesianos y de todas las personas implicadas por estar al pie del cañón durante dos tardes completas escenificando las escenas más representativas en torno al nacimiento de Jesús.